lunes, 9 de noviembre de 2009

HARRISON FORD & BRENDAN FRASER: LA EXTRAÑA PAREJA

Harrison Ford recientemente se convirtió en el actor mejor pagado del mundo por embolsarse 65 millones de dólares correspondientes a la suma de su salario más el porcentaje de taquilla obtenido por la brutal recaudación que hizo en todo el mundo "Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal" (2008), la cuarta y esperada entrega de las aventuras del más famoso arqueólogo que ha dado el cine. Pero lo cierto es que Ford sin el sombrero y el látigo que le dió fama y fortuna no parece ya interesar a las nuevas audiencias ni ser rentable de cara a la taquilla. Desde que triunfó en el género del terror con "Lo que la verdad esconde" (2000) sus siguientes trabajos han sido desastres artísticos y comerciales: "K-19: The windowmaker" (2002), "Hollywood: Departamento de policía" (2003) y "Firewall" (2006). La interesante "Crossing over" (2009) no merecía la misma suerte y sin embargo ha sido tal su fracaso que apenas ha conocido distribucción - sólo se exhibió en 72 cines en todo Estados Unidos y Sean Penn habiendo rodado todas sus escenas exigió desaparecer sin dejar rastro de este film -. Que Steven Spielberg decidiera poner en pie un nuevo Indiana Jones y que Ford aceptara interpretarlo ha supuesto una burbuja de oxígeno importante para el actor, aunque la industria sigue sin confiar en él y en seguida entenderéis por qué digo esto.

Brendan Fraser no puede presumir de llevar una carrera modélica, desde que empezara a aparecer con regularidad en la gran pantalla a raíz de su participación en "El hombre de California" (1992) interpretando a un cavernícola ha dado muy pocas muestras de poseer algún talento interpretativo, claro que con un muestrario de películas como "George de la jungla" (1997), "Dudley de la montaña" (1999), "La momia" (1999), "Al diablo con el diablo" (2000), "Monkeybone" (2001) o "Looney Tunes: De nuevo en acción" (2003) no se puede hacer milagros. No sería tampoco justo desmerecer sus incursiones en films más serios como "Dioses y monstruos" (1998) y "El americano impasible" (2002), aunque el peso de los mismos se sostenían en las magistrales interpretaciones de Ian McKellen y Michael Caine, respectivamente. Brendan ha sufrido también en sus carnes unos años de ostracismo en los que ha estado algo perdido - no olvidemos que en la coral "Crash" (2004) su personaje era lamentablemente de relleno -, los triunfos comerciales consecutivos de "Viaje al centro de la tierra" (2008), "La momia: La tumba del Emperador Dragón" (2008) - calificar de bazofia a este cierre de la trilogía es ser muy benevolente - y "Corazón de tinta" (2008) le han convertido de nuevo en una apuesta segura para los estudios, por contrapartida los que le califican de actor mediocre que no cuida su carrera tienen tres nuevos argumentos para defender esa teoría.

Ambos, por sorprendente que parezca, son la pareja protagonista del drama "Extraordinary measures" y llama la atención comprobar que el nombre de Harrison Ford - que ha sido cabeza de cartel en cada uno de los films que ha protagonizado desde que rodara en 1984 "Indiana Jones y el templo maldito" - aparezca ahora después del de Brendan Fraser, aunque su rol fuera decididamente menor no es algo a lo que nos tenga acostumbrados Ford ni que esperáramos ahora que áún está fresco el éxito de "Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal".

De cualquier modo "Extraordinary measures", que ha dirigido Tom Vaughan - responsable de la comedia "Algo pasa en Las Vegas" (2008) - encontrará justas comparaciones con "El aceite de la vida" (1992) - aquel estupendo film interpretado por Nick Nolte y Susan Sarandon en la que encarnaban a Augusto y Micaela Odone, quienes lucharon por encontrar la cura a la extraña enfermedad genética de su hijo - por las similitudes de su argumento - basado igualmente en un hecho real -: John Crowley (Brendan Fraser) y su mujer Aileen (Keri Russell) desesperados por la enfermedad degenerativa que ataca los músculos y los órganos de sus hijos encontrarán una última esperanza en las investigaciones del Dr. Robert Stonehill (Harrison Ford) que podrían ser determinantes para salvación de sus hijos.

"Extraordinary measures" - "Medidas extraordinarias" sería su siginificado más literal - no parece el vehículo más cómodo para Brendan Fraser, un actor poco curtido en dramas, ni para Harrison Ford, cuyo papel de Doctor le pega tanto como a un Santo dos pistolas. Una emparejamiento muy discutible y extraño.

* "Extraordinary measures" se estrena el 5 de marzo de 2010 en España.

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