jueves, 12 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button

David Fincher tomó la idea general de un relato de F. Scott Fitzgerald, para con la ayuda del guionista Eric Roth (prestigiosísimo autor de los libretos de “Forrest Gump”, “El dilema”, “Alí”, “Munich” o “El buen pastor”) dar forma a lo que es su nuevo y flamante film “El curioso caso de Benjamin Button”, emotiva e interesante fábula sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad de la muerte, cuyo protagonista sufre las dificultades que conlleva el vivir a la inversa que el resto de los mortales, es decir nacer siendo un anciano y morir siendo un bebé.
Original, cuando menos, está última película de Fincher aspira a convertirse en la película del año y en un clásico casi instantaneo, aunque para muchos se trate de un film estimable bastante sobrevalorado y algo edulcorado.
Fincher, al igual que los hermanos Scott - Ridley y Tony - dio sus primeros pasos en terrenos como los de la publicidad y los videoclips (fue contratado por Madonna, George Michael, Sting, Aerosmith o Michael Jackson) y al igual que ellos es un obsesivo de la estética visual. Debutó en el cine con “Alien 3” (1992) - conocida por ser la más oscura de toda la saga - y con su siguiente trabajo, “Seven” (1995), reinventó el cine sobre investigación y asesinos en serio, creó con solo 33 años una obra de culto y de referencia.
Sus siguientes trabajos dividió sin embargo al público: “The game” (1997), “El club de la lucha” (1999) - con tantos defensores como detractores -, y la “Habitación del pánico” (2002). Después de un larga ausencia, cuando ya nadie parecia tener muchas esperanzas en lo que pudiera ofrecer, Fincher estrena “Zodiac” (2007) reconciliándose con la crítica con un film que era una vuelta al cine de los 70, aquellos films de guiones tan sólidos como “Pelham 1, 2, 3”, “Network, un mundo implacable”, “Todos los hombres del Presidente”, “Los tres días del Condor” o “Último testigo”.

“El caso de Benjamin Button” reune después de 10 años a David Fincher con un Brad Pitt que se ha impuesto al menosprecio que provocaba su insultante belleza, demostrando que es un buen actor en trabajos como “Babel”, “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” o “Quemar después de leer”. Pitt se empeñó en interpretar a Benjamin Button en todas las etapas de su vida, contradiciendo la idea que en un principio tenía Fincher, pero efectos digitales intachables hicieron de Pitt un entrañable “niño” de 80 años y un “anciano” de 20 (que parece recien sacado de la época en que Pitt rodaba “Thelma & Louise”).
La historia es la siguiente: Caroline (Julia Ormond) lee a su madre, Daisy (Cate Blanchett) en su lecho de muerte un curioso diario: en él se narra la vida de Benjamin Button (Brad Pitt); Benjamin nació el día que terminó la Primera Guerra Mundial, su madre no sobrevivió al parto y su padre (Jason Flemyng) pensó en ahogarle cuando vió que su hijo nació con el rostro de un anciano, finalmente decidió dejarle en una residencia donde se ocupó de él Queenie (Taraji P. Henson) como si fuera su propia madre, aún teniendo la certeza que el chico no viviría mucho. Benjamin conoció a una niña llamada Daisy por la que sintió algo especial, pero antes de que el destino les juntase de nuevo, Benjamin conoció mundo y combatió en la Segunda Guerra Mundial. En la mitad de sus respectivas vidas Benjamin y Daisy se cruzan teniendo la misma edad, pero su relación presenta una complicación, por cada año que rejuvenece Benjamin, uno más envejece Daisy. La duración de una vida en común entre ellos es doblemente más leve que el de cualquier otra pareja.

He escuchado ya comparaciones entre “Benjamin Button” y “Forrest Gump” - guión también de Roth -, estas semejanzas no son del todo descabelladas, en el film de Fincher también se hace un recorrido (no tan historico) por gran parte del siglo XX y cuenta con una historia de amor (más dramática por su propia imposibilidad). El film debía tener una duración desmesurada porque el reparto de las etapas del film se presenta algo descompensado, un 70% de la edad adulta de Benjamin contra un 30% de la joven. Durante las dos primeras horas el ritmo puede resultar hasta lento, sufre altibajos, y en la última hora cuando el film llega a su cenit (con la culminación de la historia de amor) el film acelera y acelera los acontecimientos inecesariamente. Se trata de una bella e imposible historia de amor enturbiada quizás por un montaje algo torpe y un exceso de ambiciones.
La actuación de Brad Pitt está muy apoyada en su continua caracterización, pero creo que mucha gente, al igual que yo, se preguntará porqué motivo le han nominado (por “Quemar después de leer” sí que merecía una nominación al Oscar al actor secundario, más que por esta); le secundan a Brad: Cate Blanchett, cada día más bella; Tilda Swinton, que interviene en la parte más simpatica de todo el relato; Jared Harris como el tatuado Capitán Mike, Taraji P. Henson como Queenie, con nominación al Oscar incluida; Julia Ormond, mucho más madura, igual de bella; y un fugaz Elias Koteas como el relojero cuyo reloj marcha en contra del tiempo (¡una metáfora que me encanta!).

“El curioso caso de Benjamin Button” ya fue la gran fracasada en los Globos de Oro y podría sucederle también en los Oscar (repitiendo lo ocurrido con films como “Paso decisivo” o “El color purpura”), es un film tan sensible y emotivo como imperfecto. Provoca sentimientos encontrados porque por un lado la historia es original y termina por emocionar, pero… también da la sensación de que sobran muchas cosas en ella y de que se podría haber contado mucho mejor de lo que se hizo.

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