sábado, 27 de diciembre de 2008

El intercambio

Resulta estimulante que en una época en la que la imaginación de los guionistas no va más allá de las secuelas, precuelas, remakes, revisiones y adaptaciones de series o videojuegos que llegan semanalmente a la cartelera, alguien como J. Michael Straczynski tenga la curiosidad y el acierto de mirar en las hemerotecas para recuperarnos un trágico suceso que tuvo lugar a finales de los años 20 y que al parecer casi nadie recordaba. Straczynski, un discreto guionista televisivo que ha trabajado para series como “Babylon 5”, “Crusade” o “Jeremiah”, se documentó ampliamente sobre los crímenes de Wineville - accediendo incluso a los testimonios expresados durante las vistas del juicio - y más concretamente sobre el caso de Christine Collins; el resultado de su detectivesca labor fue “Changeling” (termino con el que se denomina cuando un niño ha sido suplantado por otro intencionadamente), el guión con el que ha subido cuantitativamente su cotización en el mercado de valores de Hollywood.
El director Ron Howard se apresuró a comprar los derechos de adaptación sobre el mismo, con la intención de dirigirlo, pero su apretada agenda - “Frost contra Nixon” y “Angeles y demonios” - le hizo desistir de su empeño; entonces decidió pasar el testigo a Clint Eastwood, reservándose un papel como productor (junto a Eastwood y Brian Grazer) en el proyecto que empezó a cobrar forma con la inmediata aceptación de Eastwood. Con “el intercambio” de directores pienso que todos hemos salido beneficiados, Howard es un director mucho más irregular (“Un horizonte muy lejano”, “Rescate”, “EdTV”, “El Grinch”, “Desapariciones” y “El codigo Da Vinci”), a pesar de indudables aciertos (“Dulce hogar, ¡a veces!”, “Apolo 13”, Una mente maravillosa” y “Cinderella man”).

Tras considerar a Hilary Swank, Eastwood se decantó - en contra de las voces críticas - por Angelina Jolie por el simple hecho de que al ser madre entendería mucho mejor el drama vivido por Christine Collins: una madre soltera que en 1928 sufrió la misteriosa desaparición de su único hijo, tras una ardua búsqueda la policía de Los Ángeles 5 meses después le comunicó que habían encontrado con vida a su hijo, pero en realidad no se trataba de él. La corrupta policía acusó a Christine de sufrir un trastorno post-traumático y la ingresó en un sanatorio para no reconocer su error y verse inmersos en medio de una polémica. Christine tan solo contó con el apoyo del Reverendo Gustav Briegleb, pastor presbiteriano con poder mediático que llevaba una cruzada personal contra la corrupción y el abuso de poder de la policía. Un macabro hallazgo destapado por el detective Ybarra conectará el solitario drama de Christine con los crímenes del gallinero de Wineville, que conmocionaron a la sociedad de la época.

Angelina ya ha recibido una nominación a los Globo de oro y seguramente entrará en la terna final por el Oscar, y aunque su interpretación es muy esforzada no dejo de pensar que con otra actriz mucho menos llamativa y comercial la historia habría ganado en autenticidad y realismo; y es que los labios de la Jolie pintados de un rojo tan intenso distraen de una acción por otra parte repleta de personajes.
John Malkovich - felizmente recuperado recientemente en “Quemar después de leer” y con el que Eastwood compartió celuloide en “En la línea de fuego” - fue el elegido para interpretar al Reverendo Briegleb; aunque su participación es secundaria, su presencia es impagable.
El resto del elenco se trata de actores desconocidos, caras nuevas muy bien seleccionadas sacadas de esa gran cantera que es la televisión; Ellen Chenoweth, la encargada del casting, encontró potencial en series como “Ley y orden”: Jeffrey Donovan (“Touching evil” y “Crossing Jordan”) encarna como si de un clon de Guy Pearce se tratase al inmoral Capitán J.J. Jones; Colm Feore (“24”) como el intocable Jefe de la policía de Los Angeles; Michael Nelly (“Los Soprano”) como el detective Ybarra, una de las pocas personas decentes en todo el cuerpo de policía; Geoff Pierson (“24” y “Dexter”) como S.S. Hahn, el abogado especializado en litigios polémicos y exitosos; Jason Butler Harner (“Ley y orden” y “The closer”) como Gordon Northcott, personaje clave en la trama y del que conviene no desvelar nada y Amy Ryan (nominada al Oscar el año pasada por “Adios, pequeña, adios”) en un breve papel interpreta a Carol Dexter, la prostituta de gran corazón que ayuda a Christine en su paso por el manicomio.

En la apertura y el cierre del film se ve una panorámica de la ciudad de Los Angeles con las líneas de tranvía que desaparecieron en los años 50, recreada sutilmente por ordenador, y acompañada por la partitura del propio Eastwood, que brilla en su primera parte para pasar totalmente desapercibida en la segunda; es ya la quinta banda sonora que firma.
Eastwood siempre deja muy claro quien es bueno y quien es malo, sus detractores le echan en cara esa tendencia por los personajes de trazo grueso, en vez de hacerlos más poliédricos (más humanos en definitiva); en “El intercambio” quien va en contra de Christine no tiene atisbos de duda ni presenta la menor humanidad, son la maldad personificada (el capitán, el jefe de la policía, los doctores y las enfermeras del sanatorio, etc). Aparte del discutido protagonismo de la Jolie, este sería uno de los pocos peros que se le pueden sacar a este estupendo film, que aunque no alcance la categoría de obra maestra vuelve a demostrar que para Eastwood contar cualquier historia (por compleja que sea) parece cosa de coser y cantar; además consiguiendo siempre emocionarnos sin que decaiga el interés de su largo metraje.
En esta lucha del individuo contra el sistema Clint Eastwood vuelve a ocupar con comodidad una posición que desde hace unos años a esta parte ocupa, el de ser el último cineasta clásico, para muchos (entre los que me incluyo) una posición merecida, para otros no.

viernes, 26 de diciembre de 2008

KIRK DOUGLAS DIXIT

Después de terminar de leer "El hijo del trapero", me ha quedado muy claro que Issur Danielovitch (Kirk Douglas para los amigos) es uno de los últimos testimonios vivos que quedan del Hollywood clásico, además de ser un mujeriego empedernido y un nada respetuoso caballero a la hora de contar sus conquistas. Kirk con fama de actor conflictivo demuestra no tener pelos en la lengua a la hora de recordar a sus contemporaneos y ser un autentico "fucker" en cuestiones amorosas. Cuando escribió su biografía en 1988 decía que debía darse prisa porque no le quedaba mucho tiempo; han pasado 20 años desde entonces. Asi era el Star system a ojos del longevo Kirk (¡92 años ya!):

KARL MALDEN
“Me sentí muy complacido cuando mi hijo Michael hizo su primera serie televisiva, “Las calles de San Francisco”, trabajando con él. Y Michael reconoce que aprendió muchísimo trabajando con Karl Malden”.
LAUREN BACALL
“Una cálida noche primaveral, en un tejado de Greenwich Villace, intenté seducirla. Sin el menor éxito. En lo que a mí respecta, Lauren Bacall nunca se equivoca”.
JOHN BARRYMORE
“El gran John Barrymore estaba actuando en “My dear children”, en el ocaso de su carrera. Sus aventuras de borracho fuera del escenario eran la comidilla escandalosa de los periódicos. Se había convertido en una parodia de sí mismo. Pero yo quería verle interpretar.
Me sorprendió ver lo bajo que era Barrymore. Pero a medida que se desarrollaba la obra se transformó en un gigante, en un gran actor capaz de expresar su talento a voluntad. Junto a él actuaba Joan Barry, su joven y flamante esposa. En medio de una escena dramática, un alborotador comenzó a fastidiarla. Barrymore interrumpió su parlamento, bajó a las candilejas, levantó su famosa ceja y miró colérico al grosero de turno.
- ¡Cierra el pico, borrachín hijo de puta! ¡O sube al escenario!
- El otro clavó la vista en el vacío, boquiabierto. El gran actor lo liquidó:
- Ahora te has quedado callado. ¡Sigue así!.
MAE WEST
Concerté una entrevista con Mae West, que pensaba montar una obra con seis hombres. Cuando llegué a su apartamento, un pequeñajo remilgado me hizo pasar a una sala tenuemente iluminada, me ofreció asiento y desapareció. Estuve solo durante un buen rato. Finalmente oí un frufrú y vi entrar a Mae West – cincuenta y dos años y demasiado maquillada – con un largo salto de cama negro que barría el suelo a sus espaldas. Por delante era muy escotado y tenía los blancos senos estrujados casia hasta el mentón. Me miró de arriba abajo y me hizo unas cuantas preguntas con una voz que sonaba como una caricatura de sí misma. Enseguida se marchó. El hombrecillo – supongo que era su secretario – reapareció y con tono melindroso me dijo que podía retirarme. No volví a tener noticias de ella. Evidentemente, no era su tipo”.
MARLON BRANDO
“Solicité una de los papeles de la obra “Trackline Café”. No me lo dieron. Amargado, fui a ver la obra y observé cómo otro actor encarnaba el personaje. Me encantaron los dos primeros actos. Su actuación era pésima. El hombre musitaba y no se oía lo que decía. Me felicité, pensando que yo lo habría hecho mucho mejor. Imprevistamente, en el tercer acto, el hombre entró en erupción, electrizando al público. “¡Santo cielo, es estupendo!”, pensé, y busqué su nombre en el programa: Marlos Brando”.
BARBARA STANWYCK
Los miembros del equipo la adoraban. Le llamaban “Missy”; cuando llegaba al plató, abrazaba a uno por uno, le hacía preguntas sobre su mujer y sus hijos, conocía sus nombres. Era una profesional, siempre estaba preparada: una excelente actriz. Pero conmigo se mostraba indiferente. Semanas después notó mi presencia. Me miro y por primera vez hizo contacto visual.
- Eh, lo haces muy bien – me dijo.
- Demasiado tarde, Miss Stanwyck – repliqué. No creo que supiera que quise decir.
ROBERT MITCHUM
“No es mucho lo que recuerdo de él, excepto que sus relatos como vagabundo cambiaban cada vez que los contaba”.
BURT LANCASTER
“Burt venía de Hell’s Kitchen, un duro vecindario del West Side de Nueva York. Su primera película había sido “Forajidos”, de Mark Hellinger. Su trabajo en ella fue sobresaliente. En “I walk alone” interpretábamos a unos amigos que se transforman en enemigos. Entonces Burt y yo nos llevábamos como ahora: discutíamos, peleábamos, charlábamos, nos reconciliábamos”.
LINDA DARNELL
“Linda parecía una Mata Hari, pero de hecho sólo era una chica encantadora de Dallas, desconcertada por Hollywood. Subió rápido y cayó más rápido todavía. Después de tres divorcios, murió quemada en el incendio de la casa de su secretaria. Tenía cuarenta y dos años”.
JOHN TRAVOLTA
“Travolta tuvo una experiencia devastadora. Sus dos primeras películas fueron exitazos estruendosos, y la tercera un fracaso total. Lo aniquilaron”.
JOAN CRAWFORD
“Durante la cena se mostró encantadora y muy atenta. Volvimos a su casa. No pasamos del vestíbulo. Se cerró la puerta y ella se quitó el vestido. Tenía un cuerpo hermoso, esbelto y elegante. Nos echamos sobre la alfombra. Mientras hacíamos el amor, murmuró:
- Eres muy limpito. Es admirable que te hayas afeitado los sobacos para hacer “El ídolo de barro”.
Palabras dignas de poner fin a cualquier conversación. Ni siquiera entendí lo que quería decir”.
RITA HAYWORTH
“Rita era hermosa, pero muy simple, nada sofisticada. Solía decir: “Los hombres se acuestan con Gilda, pero despiertan conmigo”. Yo percibía en su interior algo que me resultaba insoportable – soledad, tristeza - , algo que me deprimía. Tenía que alejarme de ella”.
PATRICIA NEAL
“Era elegante, inteligente, bella. Me gustaba mucho. Yo le gustaba. Pero estaba perdidamente enamorada de Gary Cooper. Creo que se acercó a mí con el intento de independizarse de él. Pero no pudo. A veces cuando nos poníamos cariñosos, lloraba. Se sentía infiel a Cooper”.
GARY COOPER
“Nunca trabajé con Cooper, pero nos encontramos algunas veces en fiestas. Nunca dijo mucho”.
GENE TIERNEY
“Era bellamente dentuda. Un encanto. La adoraba. Intercambiábamos regalos. Fue una relación deliciosa. Aunque ella tenía algunas costumbres extrañas. Como una niña traviesa, insistía en que cuando fuera a verla por la noche no tocara el timbre. Dejaba abierta la ventana de su dormitorio y yo trepaba. No estaba casada, no vivía con nadie, pero si a ella le gustaban las cosas así, a mí ya me iban bien. De todos modos, la ventana no era muy alta. Tal vez para ella fuese un afrodisíaco. Nunca lo cuestioné. Lo mío no era cuestionar sino trepar por esa ventana”.
BILLY WILDER
“Es un director brillante, un escritor lúcido y un prolífico narrador de anécdotas. Siempre contaba cosas sorprendentes. En broma, solía decir verdades como puños”.
RAOUL WALSH
“Los críticos suelen decir que las películas de Raoul Walsh tienen mucho ritmo. Y lo tienen porque él siempre se da prisa para terminarlas. A Walsh le encantaba la violencia. Un día me repugnó ver como se excitaba casi hasta el orgasmo viendo una toma peligrosa en la que un especialista estuvo a punto de morir”.
AVA GARDNER
“La consideraba una campesina maravillosa que tenía la desgracia de ser excesivamente hermosa”.
MARLENE DIETRICH
“A veces venía a casa, preparaba sopa, me mimaba. Sexo afectuoso. Pero el sexo era menos importante que sus cuidados maternales, su proximidad. Marlene es una persona poco común. Parecía quererte mucho si no estabas bien. En cuanto te ponías fuerte y sano, te quería menos”.
PIER ANGELI
“Yo estaba loco por ella. Me enamoré mientras se columpiaba en el trapecio. Parecía una cría que siempre reía. A mis ojos era una criatura angelical. Nuestro romance comenzó a nueve metros del suelo”.
LANA TURNER
“Yo estaba dispuesto, pero ella estaba liada con Fernando Lamas, un hombre terriblemente celoso. Siempre estaba cerca. No pasó nada”.
WALTER MATTHAU
“Es un actor estupendo, pero aún no estaba acostumbrado a trabajar para el cine, donde las cosas se hacen fragmentadas y poco a poco. Tituaba antes de decir su parlamento. Le pedí que eliminara esa costumbre, porque así nunca lograríamos empalmar el celuloide. Se puso furioso conmigo”.
JEANNE MOREAU
“Exudaba sexualidad por todos los poros sin proponérselo. ¡Era tan sensual!. Raoul Levy, un productor parisino, se suicidó por ella”.
STANLEY KUBRICK
“Guardo una copia del espantoso guión de “Senderos de gloria”, que escribió para que la película fuera más comercial. Si hubieramos llevado ese guión a la pantalla, Stanley todavía viviría en un apartamento de Brooklyn y no en un castillo de Inglaterra. Todo esto demuestra que no es necesario ser una buena persona para tener un gran talento. Puedes ser una mierda y tener talento; inversamente, puedes ser la mejor persona del mundo y no tener ninguno. Stanley Kubrick es una mierda con talento.
JOHN WAYNE
“Aunque emocionalmente no estábamos muy próximos y políticamente nos encontrábamos en las antípodas, varias veces me pidió que trabajara con él. Eramos dos personas muy distintas, pero nos respetábamos mutuamente”.
ELIA KAZAN
“Amaba a los actores y hacía cualquier cosa con tal de seducirlos para extraer de ellos una actuación magistral. Hay muy pocos directores así”.
FAYE DUNAWAY
“Era una chica muy natural, de gran talento. Me atraía muchísimo, pero ella estaba perdídamente enamorada de Marcello Mastroianni”.
JACK NICHOLSON
“Interpretó mi papel, McMurphy… brillantemente, maldito sea. Pero muy distinto a como yo lo habría hecho. Él interpretó a un lunático. Para mí, McMurphy era un artista astuto y encantador, que se encuentra comprometido con una institución para enfermos mentales. Los demás enfermos estaban allí voluntariamente, pero a McMurphy lo habían internado”.
SYLVESTER STALLONE
“Stallone hizo la película que quería, yo no actué en ella. Richard Crenna interpretó al coronel Trautman. ¿Cuál era la manzana de la discordia entre Stallone y yo?. Simplemente que a mí me parecía mejor, dramáticamente, que mi personaje comprendiera que había creado a un Frankenstein, a un asesino amoral que era una amenaza para la sociedad y matara a Stallone. Si me hubiesen escuchado, no habría habido Rambos. Habrían perdido mil millones de dólares, pero habría sido lo que corresponde”.
BRUCE DERN
“Siempre he admirado al actor que hay en Bruce. Pensé que quizás ésa sería la película que lo lanzaría al estrellato. No fue así. Más adelante comprendí que siempre sería un actor de carácter, porque él mismo se creía como tal”.

lunes, 22 de diciembre de 2008

ROBERT ALTMAN: EL INDEPENDIENTE DE HOLLYWOOD


Se trata de un interesante libro editado por Arkadin Ediciones que me ha ayudado a conocer un poco mejor y también a apreciar la larga carrera del director independiente por antonomasia, Robert Altman. Perfectamente documentado y escrito a dos manos por los hermanos Jose Manuel y Francisco Javier Gonzalez-Fierro Santos, desglosa la obra del genial director en varias etapas:

- EL DEBUT PREMATURO:
Con 30 años dirigió un film “The delinquents”, carente de cualquier seña de su posterior estilo y marca de fábrica, y un documental “The James Dean story”, a pesar de no ser precisamente un devoto del actor.

- LOS AÑOS TELEVISIVOS:
Los 11 años que pasó fogueándose en la televisión en series como “Maverick”, “Bonanza”, “Bus Stop”, “Route 66” o “Combat!”.

- EL RETORNO AL CINE:
Con dos películas que no pasarán a la posteridad: “Countdown” (un extraño drama sobre astronautas con Robert Dubai y James Caan) y “That could day in the park”.

- LOS ÉXITOS DE LOS 70:
La exitosa “MASH”, la personal “El volar es para los pájaros”, las intimistas “Imágenes” y “Tres mujeres”, la detectivesca “El largo adiós”, la generacional “Nashville”, las crepusculares “Los vividores” y “Buffalo Bill y los indios”, la costumbrista “Un día de boda”, las vergonzosas “Quinteto” y “Una pareja perfecta (por ordenador)”, etc.

- LA DECADENCIA DE LOS 80:
Películas de bajo presupuesto (“Desechos”, “Locos de amor” y “Tres en un diván”), películas televisivas (“El motín del Caine”), miniseries (“Tanner ‘88”) y una obra de redescubrimiento (“Vincent & Theo”).

- LA REVITALIZACIÓN DE LOS 90:
“El juego de Hollywood”
(un corte de mangas en toda regla a la industria), “Vidas cruzadas” (su indiscutible obra maestra), “Pret-a-porter” (incomprensiblemente tomada por frívola), “Kansas City” (su dedicatoria a una de sus pasiones: el Jazz), “Conflicto de intereses” (¿podría Altman amoldarse al universo Grisam?, la respuesta: No), y “Cookie’s fortune” (una farsa surrealista con una recuperada Patricia Neal).

- LA VENERACIÓN EN EL SIGLO XXI:
La indigna “El Dr. T y las mujeres”, “Gosford Park” (otra de sus obras maestras y su canto de cisne), “The company” (¿Qué demonios hace Altman en una película sobre ballet?) y “El último show” (una despedida digna de un maestro).

NOTA:
Los argumentos de las películas están desglosados de pe a pa, se cuenta todo hasta el último detalle, por lo que sí estabas pensando en ver alguna de sus películas, es mejor verla y después leer la estupenda crónica que los hermanos Gonzalez-Fierro Santos hacen.

viernes, 19 de diciembre de 2008

EXTRAÑAS...

Cada vez me sorprende más lo caprichoso que es el azar, en casi un año de vida que tiene este blog se han venido desarrollando, ultimamente y con más frecuencia, algo que podríamos definir como... "extrañas coincidencias".

PRIMERA COINCIDENCIA:
A primeros de noviembre me da por hablar sobre Ed Harris, comentando que había debutado curiosamente en un film dirigido por el escritor Michael Chrichton del que hacía mucho que no oía hablar, cuando enciendo esa noche el ordenador descubro que ese mismo día ha muerto victima de un cáncer.

SEGUNDA COINCIDENCIA:
Pocos días después hablo de Richey James Edwards, guitarrista de Manic Street Preachers, desaparecido sin dejar rastro después de 13 años... pues tan solo unos días despues es declarado "presunto muerto".

TERCERA COINCIDENCIA:
Me pongo a pensar en una película misteriosamente desaparecida, "My blueberry nights" y... a los pocos días la estrenan.

CUARTA Y ÚLTIMA COINCIDENCIA:
El día 7 de este mismo mes me da por hablar de un peliculón "Todos los hombres del presidente" y del escandalo Watergate, comento que en el 2005 se descubrió la identidad del informador que descabezó a Nixon; era Mark Felt, número 2 del F.B.I, pues bien descubro... que ha muerto hoy mismo a los 95 años.

Espero que solo sean eso, casualidades y que no hayamos aquí indirectamente propagado la famosa TEORÍA DEL CAOS (¿Puede el aleteo de una mariposa en China provocar un tornado en Texas?).

lunes, 15 de diciembre de 2008

CRÍTICA A UN CRÍTICO

El crítico es esa persona que cree que su criterio está por encima del bien y del mal, y que trata de condicionar la opinión del resto de aficionadillos cuya opinión carece de valor al no estar capacitados para expresarla. Porque el tener una opinión crítica no te hace ser crítico, para ser crítico hay que nacer con una serie de cualidades que no poseemos todos los mortales.
El veredicto del crítico es verdad máxima y única, no atienden a favoritismos ni a sobornos, son incorruptibles, sus juicios de valor son la balanza que decide que film será un éxito y cual un fracaso. Si opinas distinto a ellos no sabes nada de cine, eres borrego que solo va a comer palomitas; si les sigues el rollo por el contrario eres un cinéfilo.

Yo por mi parte, tengo muy claro lo que quiero ser… un borrego, pero con una opinión propia y no impuesta. Hay críticos y críticos, los excesivamente condescendientes y los que más odio de todos, los petulantes que tienen un paladar tan selecto que nada les complace. El objeto de mi ira esta basado en un libro (“Estrenos 2008” de ediciones J.C.) y los dardos que ahora lanzo tienen nombre y apellidos: Juan Carlos Rentero, su editor y coordinador.

J.C. Rentero es uno de esos críticos que se las da de purista y que se le ve el plumero con tan solo leer un poco de su (espantoso) prólogo. El tipo tiene el atrevimiento de empezar con una arenga política en un libro que se supone que habla de cine, habla del PSOE, del PP, de ETA, de Rajoy, de Solbes, de las hipotecas basura, etc… y yo empiezo a preguntarme, ¿pero esto qué coño es?, ¿una columna de “El País”?, ¿me he comprado un libro a un periódico?.

Dicen que lo que mal empieza, mal acaba y nunca mejor dicho porque el balance que J.C. Rentero hace del año 2008 es para mear y no echar gota.
El año español lo califica de pésimo, Julio Medem, Gracia Querejeta, Icíar Bollaín, Emilio Martínez Lázaro le decepcionaron… pero al menos les dio un voto de confianza, en cambio de Vicente Aranda, Carlos Saura y José Luis Garci ya no esperaba nada. Para el resto de la producción nacional tiene también tiernas palabras: “Tiro en la cabeza” (un disparate), “Camino” (grandilocuente), “Los crímenes de Oxford” (difícil justificar un fracasado tan triste), “Todos estamos invitados” (no interesa), “La conjura del Escorial” (de vergüenza ajena), “Los girasoles ciegos” (muy mala)… ni “8 citas”, “Casual day”, “Pretextos”, “Los cronocrímenes” o “La habitación de Fermat” le valen, tan solo hay buenas palabras para “El patio de mi cárcel”, “14 kilómetros” y…. “Fuera de carta” (no estaba mal, te reías, afirma el sesudo crítico)… y yo me pregunto ¿estamos ante un fan de “Aída”?.

El cine americano no sale mejor parado y nuestro hiriente crítico se ensaña con “Vicky Cristina Barcelona” (el peor film de Allen en mucho tiempo), “No es país para viejos” (está bien aunque uno la olvida en cuanto sale del cine), “Quemar después de leer” (una memez, impresentable), “Hacía rutas salvajes” (larguísima), “Sweeney Todd” (desconcertante), “Cosas que perdimos en el fuego” (indigna), “Antes que el diablo sepa que has muerto” (con instantes muy inspirados, pero otros desconcertantes), “American gangster” (poderosa pero nada original), “Ahora o nunca” (pésima), “El caballero oscuro” (regular)… de la criba se salvan de chiripa, “Juno”, “Interview”, “Mil años de oración”, “Mamma mia!” (lo pasamos genial, que es bastante) y… ese despropósito llamado “El incidente”, al que Rentero califica como lo mejor que ha hecho Shyamalan hasta la fecha, yo en su día ya dije en este blog que se trataba de lo peor de su filmografía.

¡Hasta que punto se puede llegar a ser sibarita!, cuando le pidan los 5 mejores títulos del año dice que solo 3 merecen serlo (“4 meses, 3 semanas, 2 días”, “Mil años de oración” y “Los limoneros”) y los otros 2 son por rellenar huecos (“Caos calmo” y “Tropa de élite”). Me resulta raro imaginar que alguien que afirma que se desmelenó como un loco con “Mamma mia!” disfrute de una película tan dura, violenta y sin concesiones como “Tropa de élite”, ¿se trata tal vez de un trastorno bipolar?. Lo peor del año ¡claro está! es “Quemar después de leer” y cito textualmente: “una estupidez mayúscula sin la menor gracia”, la misma estupidez que yo ya he visto (y con la que me he descojonado) dos veces.

Y si empiezo a cuestionar el criterio de las 80 películas seleccionadas de toda la producción anual pues entonces hoy no termino. El caso es que las críticas de “Estrenos 2008” queriendo ser tan serias como las de “Dirigido por…” terminan pareciéndose a las del “Cuore” por ser tan contradictorias y gratuitamente dañinas y… Señores, si hay dos personas más dispares en el mundo, ¡esos dos somos J.C. Rentero y yo!.
La mayor de las inconcluencias empieza en la misma portada, ya que viene ilustrada con una imagen de "El niño del pijama de rayas", película que no ha sido valorada por esos que se hacen llamar "críticos" y que no se encuentra precisamente entre lo mejor del año.

domingo, 14 de diciembre de 2008

My blueberry nights

Con diez meses de retraso con respecto a su fecha de estreno prevista nos llega “My blueberry nights”, ahora después de verla puedo decir que la espera no ha sido en balde. No me considero un erudito en cinematografía china ni tampoco un estudioso de la obra del laureado Wong Kar Wai, de hecho su artificiosa y elaboradísima estética a menudo me distanció de unas historias ya de por sí lejanas para mi cultura. Sin restarle méritos al trabajo de su iluminador Christopher Doyle (quien firmó el corto más insoportable de todo “Paris je t’aime”, el de las peluqueras chinas) a veces he creído que sus obras eran tan pretenciosas como sobrevaloradas; “2046” hizo que las opiniones se dividieran por primera vez y ahora 4 años después nos llega el resultado de su primera incursión en el cine americano con el aliciente de contar con un nuevo director de fotografía, el iraní Darius Khondji y con un compositor tan profundamente Yankee como es Ry Cooder. Wong Kar Wai ha manifestado que cuando los norteamericanos han trabajado en su país han cometido el error de occidentalizar sus obras, algo de lo que él se ha cuidado mucho, a no sentirse en territorio ajeno y que el público fuera consciente de ello.


Este poema visual habla sobre almas perdidas: Lizzy (interpretada por la cantante Norah Jones que debuta en el mundo del cine por la puerta grande) es la chica triste que ha sido abandonada por su novio, decide dejarle las llaves en un bar al que acudía y que regenta Jeremy (un ajustado Jude Law), un melancólico camarero que también conoce el significado de las palabras desamor y abandono. Las llaves de Lizzy terminan en un frasco lleno de llaves, donde han quedado aparcadas otras promesas y deseos. Jeremy ha decidido que sigan allí a pesar de que ha pasado mucho tiempo desde que sus dueños las dejaran, él cree que no puede ejercer de juez y cerrar para siempre todas esas puertas.


Es entonces cuando Lizzy decide hacer un viaje físico que termina siendo personal y del que hace saber a Jeremy a través de sus cartas; Lizzy a su paso encuentra otras almas más torturadas que la suya, como la de Arnie, un policía alcohólico (formidable David Strathairn) que no consigue aceptar que Sue Lynne (una bellísima Rachel Weistz) ya no es su mujer o la de Leslie (una Natalie Portman con el magnetismo que acostumbra) una agresiva jugadora de cartas que guarda junto al As de su manga un trágico pasado. Lizzy es testigo de todas estas tristes historias, pero ¿hasta donde se tendrá que ir ella para saber lo que realmente está buscando?.


Wong Kar Wai nos sumerge en este viaje como si de un sueño se tratase, con esas imágenes ralentizadas, esos neones parpadeantes y esas conversaciones vistas casi siempre a través de las rotuladas cristaleras, ese humo tan estéticamente utilizado (atención a la escena de Jeremy con ese fantasma de su pasado interpretado por la también cantante Cat Power), ese desierto deslumbrante y borroso, esos sutiles rasgueos de guitarra de Mr. Cooder y ese omnipresente y sensual “The story” que canta la misma Norah Jones, cuya actuación en este film pienso que será algo puntual porque no se le nota nada cómoda en esta nueva faceta.
La experiencia americana de Wong Kar Wai es más que satisfactoria y todo un festival para los sentidos: romanticismo, melancolía, delicadeza, esteticismo y sabrosos postres no faltan en estas “Noches de arándanos”.

jueves, 11 de diciembre de 2008

LA SEGUNDA JUVENTUD DE GUY RITCHIE


El 1 de enero se estrena "Rock N Rolla", lo nuevo de Guy Ritchie, casi 6 años después de que se hundiera con todo el equipo con "Barridos por la marea", aquel despropósito que hizo para el lucimiento de su ya ex-mujercita Madonna. Guy Ritchie debutó en 1998 con "Lock & stock", teniendo un éxito inesperado ; con poco presupuesto, unos actores desconocidos (entre ellos el hoy ídolo de pelis de acción Jason Statham y el rompegemelos Vinnie Jones) y una trama de robos y de mafias enfrentadas, dio toda una lección de estilo. Su siguiente jugada, "Snatch, cerdos y diamantes" (2000), proponía un poco más de lo mismo pero con muchos más medios y mejores resultados, un reparto al que se sumaron actores más destacados como Dennis Farina o Benicio del Toro y una superestrella como Brad Pitt haciendo uno de los mejores papeles de su carrera, como Mickey O'Neill, aquel gitano al que nadie entiende cuando habla.

Tras casarse con Madonna, Guy decidió trabajar exclusivamente para ella: dirigiendo el videoclip de "What it feels like for a girl", "Drive" (un anuncio para BMW junto a Clive Owen) y ese cambio de registro que supuso "Barridos por la marea", una comedia con muy poca gracia que fue criticada ferozmente antes de su estreno y como era lógico esto tuvo como consecuencia que se estrellara en taquilla.
Desde entonces todo han sido dificultades para Guy, tres años le llevó volver a lograr financiación para su cuarto trabajo (finalmente lo produciría Luc Besson), "Revolver", con Jason Statham nuevamente y con Ray Liotta. Este film sobre jugadores de cartas permanece inédito en nuestro país. Su fracaso le llevó a terminar rodando un film para la televisión, "Suspect".

Ahora tras la separación de Madonna parece que su carrera ha vuelto a enderezarse y Guy a tomado la determinación de volver a hacer lo que mejor se le da, las historias cruzadas de mafiosos y rateros. "Rock N Rolla" (una historia de sexo, drogas y rock 'n' roll como reza su eslogan) cuenta en su reparto con Gerard Butler, Thandie Newton, Tom Wilkinson, Mark Strong y Jeremy Piven.
Lo próximo de Ritchie despierta también mucho interés, una nueva versión de Sherlock Holmes, con Robert Downey, Jr. como el celebérrimo detective y con Jude Law como Watson.

domingo, 7 de diciembre de 2008

BERNSTEIN & WOODWARD: LOS PERIODISTAS QUE CAMBIARON EL CURSO DE LA HISTORIA

Tenía un vago recuerdo de ella, pero ahora que la he visto con ojos mucho más atentos y curiosos que entonces me he convencido de que “Todos los hombres del presidente” es una película fundamental de la década de los 70, un puzzle de investigación cuyas piezas van encajando perfectamente y una lección de la reciente historia americana que de suceder hoy en día difícilmente se repetiría.
Mucho tiempo tuve la idea equivocada de que “Todos los hombres del presidente” era un film largo y soporífero, supongo que no tenía entonces la edad adecuada ni para seguirlo ni para asimilarlo. Tampoco supe hasta ahora que Robert Redford hubiese sido alguien tan fundamental en este proyecto, empezando porque compró los derechos del libro desde que era un boceto, convenció a los autores para que enfocaran la narración con la investigación que llevaron ellos mismos como principal protagonista, produjo el film, convenció a Alan J. Pakula para que lo dirigiera y él mismo se animó a protagonizarlo para conseguir la financiación suficiente para levantar un proyecto de tal envergadura.

“Todos los hombres del Presidente” contaba la historia de dos jóvenes periodistas a cual más diferente del Washington Post, Carl Bernstein (interpretado por Dustin Hoffman) y Bob Woodward (por Redford) que investigando un robo en la sede del comité electoral demócrata que se produjo en junio de 1972 lograron desentrañar un complejo y enrevesado escándalo político que salpicó a la CIA, al FBI, al Ministerio de Justicia y al mismísimo Presidente de los Estados Unidos. La magnitud del escándalo Watergate fue tal que terminó provocando la dimisión de Richard Nixon en agosto de 1974.
Las pesquisas de Bernstein y Woodward no habrían llegado tan lejos sin las valiosas informaciones de un misterioso personaje conocido durante mucho tiempo como “Garganta profunda”, que se encargó de orientar la investigación de Woodward. La información salió a la luz en la portada del “Washington Post” manteniendo la confidencialidad de la fuente y suponiendo un bombazo; hoy en día sería impensable que algo así sucediera porque tal bombardeo de información por tantos canales haría de cortina de humo y nunca se habría aceptado una fuente anónima, los jueces habrían inhabilitado a los periodistas, perderían sus trabajos y su credibilidad y la verdad habría quedado oculta. Eso es lo que hoy sucedería.
En el año 2005 salió a la luz que “Garganta profunda” era el número 2 del FBI, Mark Felt, y que su actuación más que altruista fue derivada por la desilusión de no haber sido tenido en cuenta para sustituir al director del FBI, J. Edgar Hoover.

Toda esta trama a lo largo de dos horas diez minutos es tratada con una minuciosidad envidiable y un ritmo ágil, no obstante nadie pasó por alto que la reciente “Zodiac” le debía demasiado a este filme de Pakula, un sólido reparto encabezado por Hoffman y Redford, y con Jack Warden, Martin Balsan, Ned Beatty, Jane Alexander, el televisivo Stephen Collins en uno de sus primeros papeles, y unos impresionantes Jason Robards (oscarizado por su papel del exigente editor Ben Bradlee) y Hal Holbrook (como el misterioso “Garganta profunda”, un actor apasionante que inexplicablemente no fue nominado a un Oscar hasta los 82 años con “Hacia rutas salvajes”).
Nominada para 8 Oscar de los cuales se llevó 4 (actor secundario, dirección artística, sonido y guión adaptado) y como siempre el gran olvidado fue quien más horas invirtió para que pudiéramos conocer esta historia y para que nunca cayera en el olvido, un demócrata comprometido como pocos, Robert Redford.

Carl Bernstein (Dustin Hoffman) y Bob Woodward (Robert Redford).

Los autenticos Carl Bernstein y Bob Woodward.

jueves, 4 de diciembre de 2008

SERPICO: PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

He buscado por la red para satisfacer mi curiosidad, pero no he encontrado respuestas, ni siquiera nadie que se haya percatado de ello...

Empezaré mi historia desde el principio, hoy he visto "Serpico" (ese peliculón de Sidney Lumet con Al Pacino que no necesita presentaciones porque ya tiene la categoría de clásico), editada desde hace algún tiempo por Universal, en su contraportada cifraba su duración en 1 hora y 13 minutos. Yo pensé.... ¿73 minutos?, la he visto más veces y no recordaba que fuera tan corta. Volví a verla y... cuando sobrepasó holgadamente ese minutaje consulto una fuenta que estima su duración en 130 minutos, contrasto la información con la Guía del video-cine (esa estupenda herramienta de Carlos Aguilar que nos salvaba la vida cuando aún no existía el IMDB) y allí leo que no dura 130 sino 120 minutos.
Termino de ver la película y compruebo que su duración real es de 113 minutos... ¿Por qué tanta confusión?, ahí es cuando me llevo la sorpresa y descubro que "Serpico" realmente dura 129 minutos pero la versión española desde su estreno ha sido siempre de 113.

¿En donde se han quedado esos 16 minutos desaparecidos?, ¿fue la censura franquista la autora de esta mutilación?, ¿por qué 35 años después aún no hemos podido ver en nuestro país la versión íntegra?, y lo que es más importante ¿que nos han arrebatado de la historia del insobornable Frank (Paco para los amigos) Serpico?.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

UNA GRAN HERRAMIENTA PARA NOSTÁLGICOS

Hoy quiero recomendaros vivamente un libro, lo ví y ya no lo solté, es un herramienta perfecta para nostálgicos, para abrir el pozo de los recuerdos y reencontrarte con cosas que creías olvidadas. Está editado por Cacitel y se llama "Las mejores series de la historia de la televisión".
Una labor titánica la de José Manuel González-Fierro Santos y José Luis Mena, para documentarse y condensar en apenas 500 páginas más de 1.000 referencias. Se habla de todas y cada una de las series internacionales desde que en la década de los 40 se empezara a popularizar ese enorme cachorro llamado televisor.

Las 100 mejores a juicio de los autores ocupan cada una su página, después se habla de otras 50 destacadas y el resto se las enumera con una breve reseña ordenadas por su temática.
¿Quien no recuerda "Aquellos maravillosos años", "Canción triste de Hill Street", "Cheers", "Corrupción en Miami", "Doctor en Alaska", "Fama", "Enredos de familia", "El show de Bill Cosby", "La ley de los Angeles", "Luz de luna", "Matrimonio con hijos", "Juzgado de guardia", "Murphy Brown", "Friends", "Frasier", "Roseanne", "Twin Peaks", "V", "Alf", "El coche fantástico", "El equipo A", "Buscate la vida", "Sigue soñando", "Sensación de vivir", "Cosas de casa", "El Principe de Bell Air" o "Primos lejanos"?.
Esas eran algunas de las series de mi generación, pero también podrás conocer las series que disfrutaron nuestros padres: "Misión imposible", "El agente de la CIPOL", "Los vengadores", "El fugitivo", "Las calles de San Francisco", "Los intocables", "Kojak", "Kung Fu", "MASH", "Los hombres de Harrelson", "Starsky & Hutch", "Los angeles de Charlie", "La casa de la pradera", "Hart y Hart", "Cannon" o "La mujer biónica".
Y por supuesto las que se disfrutan hoy en día: "House", "Dexter", "Prison break", "Anatomía de Grey", "24", "Me llamo Earl", "Scrubs", "The shield", "Californication", "The office", "Mad men" o "Rockefeller Plaza".
Descubrirás que Sandra Bullock, Billy Bob Thornton, Clint Eastwood, Steve McQueen, George Clooney, Pierce Brosnan, Burt Reynolds, Robin Wright o Denzel Washington dieron sus primeros pasitos en la tele.

Para los interesados comentarles que su precio ronda los 30 € y que proximamente se complementará con otros dos lanzamientos: "Las mejores miniseries de la historia de la televisión" y "Las mejores series españolas de la historia de la televisión".

martes, 2 de diciembre de 2008

DOS EASTWOOD MEJOR QUE UNO

Clint Eastwood contraataca, como hiciera hace dos años, estrena dos films con solo unos meses de separación: "El intercambio" y "Gran Torino".

"El intercambio" es un drama judicial basado en hechos reales, rodado a mayor gloria de Angelina Jolie, quien encarna a Christine Collins, una madre soltera cuyo hijo de 9 años desaparece en extrañas circunstancias. El caso levanta en Los Angeles toda una polvareda que finaliza cuando a Christina le devuelven a su hijo, pero ante el escepticismo de muchos ella jura y perjura que ese crio no es su vástago. A la Jolie le secunda el ubicuo John Malkovich.

"Gran Torino" puede ser la sorpresa de la temporada, pues repite la jugada maestra que en su día empleó "Million dollar baby": rodaje frenético, hermetismo, estreno apresurado en tiempo límite para entrar en el cupo nominable de 2008, nula promoción (el nombre de Clint Eastwood en sí es suficiente reclamo) y una historia que aparentemente volverá a ablandar el corazón más endurecido. Podría dar la campanada en los próximos Oscar y puede ser el papel que le de la estatuilla como actor a Eastwood después de que sus cualidades interpretativas hayan sido ignoradas durante décadas y décadas.
En "Gran Torino", Clint encarna a Walt Kowalski, un veterano de la Guerra de Corea que acaba de enviudar y que no se entiende con sus hijos y nietos. Walt es un viejo amargado y racista que ve como su barrio se ha ido llenando de inmigrantes asiáticos. Todo da un giro cuando sorprende a su vecino adolescente, Tao, tratándo de robarle el coche. A cambio de no ser denunciado Tao trabajará para Walt, enseñándole a este cosas de su cultura y derribándo a su vez prejuicios fuertemente establecidos. Será el comienzo de una relación muy especial.

Desde que dirigiera "Mystic river", todo lo que ha tocado Eastwood ha sido vendecido por la crítica (quizás la que peor parada salió fue "Banderas de nuestros padres"), por lo que contar de repente con dos films suyos tan seguidos es todo un regalo para todo amante del buen cine clásico americano.

EL INTERCAMBIO
se estrena el 18 de diciembre.



GRAN TORINO
se estrena en febrero de 2009.