lunes, 26 de julio de 2010

LAS PROPUESTAS MÁS INTERESANTES PARA AGOSTO

Aqui os presento el calendario de las propuestas más interesantes para el mes de agosto. No es un mes tan horrendo como cabría esperar, porque teniendo en cuenta que el film del verano va a ser "Origen" (¿alguien acaso lo duda?) y que encima viene precedido por el beneplácito que ha tenido a bien concederle la crítica americana, desde luego que he conocido veranos mucho peores. Veranos en los que el lado más experimental de Michael Winterbottom y Steven Soderbergh, el lado más comercial (¿acaso tiene otro?) y nostálgico de Sylvester Stallone, el lado más convencional y aún así estimulante de un maestro como Woody Allen, no se manifestaban por las ardientes y solitarias calles veraniegas. ¡Ah! y se me olvidaba, también tendremos la oportunidad de ver en lo que se ha convertido un film maldito como "Territorio prohibido" y tratar de imaginar el brillo perdido en sus continuos pasos por la sala de montaje.
¡¡Feliz verano, frikis de vida normal o semi-normal!!.

6 de agosto:
- "Origen", de Christopher Nolan.
- "Repo men", de Miguel Sapochnik.
- "The girlfriend experience", de Steven Soderbergh.
- "La doctrina del shock", de Michael Winterbottom y Matt Whitecross.
13 de agosto:
- "Los mercenarios", de Sylvester Stallone.
- "Phillip Morris, ¡te quiero!", de Glenn Ficarra y John Requa.
2o de agosto:
- "Salt", de Phillip Noyce.
- "Territorio prohibido", de Wayne Kramer.
27 de agosto:
- "Conocerás al hombre de tus sueños", de Woody Allen.

sábado, 24 de julio de 2010

Sunshine cleaning

Dejarse llevar por falsas expectativas es peligroso, “Sunshine cleaning” viene precedida por una campaña de marketing que la hermana con “Pequeña Miss Sunshine” (2006) por el simple hecho de que comparten los mismos productores (Jef Brody, Peter Saraf y Marc Turtletaub), un mismo actor (el gran Alan Arkin que prácticamente emula el personaje que le dio un Oscar), y una misma palabra de su título. Quien espere encontrar en este film algo de la originalidad, la fina ironía y el buenrrollismo del “sleeper” de Jonathan Dayton y Valerie Faris, terminará sintiéndose francamente decepcionado.

Lo cierto es que “Sunshine cleaning” nos llega casi con 2 años de retraso en una temporada de escasez de títulos interesantes, y también de espectadores, pero el hecho de que la familia retratada sea tan disfuncional como la del film anteriormente citado no justifica las asociaciones cuando ni siquiera comparten el mismo director (Christina Jeffs que no rodaba nada desde el drama “Sylvia” (2003) se ha encargado ahora de hacerlo), ni el mismo guionista (la debutante Megan Holley ganó un concurso de guiones con una historia cuyo contexto la asocia irremediablemente a una olvidable producción de Tarantino, “Tú mata, que nosotras limpiamos la sangre” (1996)).

La familia Lorkowski tiene como vértice central a dos hermanas, Rose y Norah (encarnadas respectivamente por la ubicua Amy Adams y por la ascendente Emily Blunt). Rose, la mayor, es una madre soltera que pasó de ser la animadora más admirada del Instituto por salir con el Capitán del equipo de fútbol a terminar limpiando casas y conformarse con ser la amante de su ex-novio Mac (un comedido Steve Zahn, lo cual hay que agradecer), ahora un policia casado y con hijos.
Norah, la pequeña, está tan desquiciada y es tan irresponsable que se ha expecializado en perder trabajos, vive con su padre viudo, Joe (excelente Alan Arkin, aunque como he dicho repitiendo la formula del éxito) que aún alberga la esperanza de encontrar el negocio que le haga salir de la miseria. Joe cuida a menudo de Oscar (Jason Spevack), el problemático y excéntrico hijo de Rose, un pequeño genio a ojos de su abuelo.

Será Rose la que convenza a Norah para abrir un negocio con muchas posibilidades y muy bien remunerado, limpiar escenarios de crímenes después de que el Juez dicte el levantamiento de los cadáveres. Mientras ellas limpian los restos de vidas que se fueron a pique, capearán con sus propios fantasmas familiares, con sus problemas de autoestima (en el caso de Rose) y con sus dudas de orientación sexual (en el caso de Norah).

“Sunshine cleaning” trata de unir con ingenio comedia desenfadada y melodrama sentimentaloide, pero el prometedor inicio va desaprovechando posibilidades (¡que modo más absurdo de desperdiciar el episodio de la lesbiana!) para decantarse por un desarrollo previsible y carente de cualquier tipo de mordacidad. Para colmo de males el final es edulcorado hasta el límite de lo soportable.
El nuevo trabajo de Christina Jeffs se ve con facilidad entre otras cosas porque no oculta su falta de pretensiones, y aunque su irregularidad en otras circunstancias no supondrían demasiadas molestias, el tan cacareado parecido con el que ha sido promocionado hace que uno se sienta estafado por el descarado oportunismo de sus distribuidores.

jueves, 15 de julio de 2010

Madres & hijas

Solo con que Rodrigo García tuviera un 10% del talento de su padre – el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez – ya podríamos decir que estamos ante un cineasta notable, pero dejándonos de comparaciones odiosas e innecesarias, lo cierto es que la breve filmografía del mexicano – este es su cuarto largometraje – va creciendo en interés y ganando en matices.
García se ha convertido en un excelente retratista del universo femenino, las mujeres han sido los cimientos sobre los cuales se han asentado sus dramas corales – el que nos ocupa más “Cosas que diría con solo mirarla” (1999) y la recomendable “Nueve vidas” (2005) – con la excepción de esa rara avis que es en su carrera el thriller sobrenatural “Passengers” (2008), un modo de experimentar con un guión ajeno que se saldó con una tibia recepción.

Aparte de este film de encargo, García también ha sabido adaptarse al formato televisivo para ponerse al servicio de series de tanta entidad como “Los Soprano”, “A dos metros bajo tierra”, “Big love” o la prematuramente cancelada “Carnivale”, para las cuales aportó su profesionalidad en algunos de sus capítulos.
“Madres & hijas” tampoco ha levantado ningun fervor a su paso por el Festival de Cannes, aunque se trate de un drama realizado con sensibilidad y elegancia, que además ofrece unas interpretaciones sobresalientes de su amplio plantel interpretativo – especialmente de Bening, Watts y Smits – y cuyas tres historias culminan en un final del que es practicamente imposible no contagiarse de su sentimiento y emoción.

Karen (una Annette Bening en la mejor interpretación de su carrera a quien la Academia hace ya algún tiempo que le debe un Oscar) lleva una existencia infeliz. A sus 50 años vive con su anciana madre a la cual nunca le perdonó que le obligara a entregar a su hija en adopción cuando no era más que una adolescente. Karen se encuentra reticente ante las atenciones de un compañero de trabajo, Paco (un estupendo Jimmy Smits muy alejado ya de la época de “Gringo viejo”) que supone la oportunidad de iluminar su vida gris, obsesionada como está por la hija a la que nunca conoció.
Elizabeth (una Naomi Watts que merece ya un unanime reconocimiento aunque no con la urgencia que Bening) es la hija dada en adopción que se ha convertido en una fría y ambiciosa abogada desarraigada en su vida laboral y sexual. Su llegada al bufete del viudo Paul (sorprendente Samuel L. Jackson por lo comedida y convincente que resulta su interpretación) pondrá en entredicho la jerarquia de poder de la empresa después de que entre ambos haya algo más que una relación de trabajo. Elizabeth que está de paso en todas partes, abandonará también el bufete de Paul, guardando un importante secreto.

Lucy (Kerry Washington, descubierta en “El último Rey de Escocia”) es una joven dispuesta a todo con tal de ser madre, aunque en realidad desconozca la responsabilidad y el sacrificio que ello conlleva. La adopción se convierte en su última esperanza contactándo con una joven embarazada que le impone unas ferreas condiciones antes de decidir si le entregará a ella el bebé que engendrará.

“Madres & hijas” se topará con los típicos prejuicios que la tachen injustamente de “cine femenino”, cuando en realidad se trata de un absorvente y maduro drama con fuertes personajes femeninos con los que no siempre es fácil empatizar, pero cuyo desarrollo las hace comprensiblemente humanas. Los personajes masculinos – entre los que se encuentran un fugaz David Morse – por el contrario ponen la cara amable, tienen toda la sensatez y el saber estar del que carecen las mujeres.
Un interesante y muy, muy recomendable estudio sobre la maternidad visto desde varios ángulos, los que representan, de hecho, las tres mujeres que encabezan cada uno de los entretejidos segmentos. “Madres & hijas” es en definitiva una pequeña delicatessen de sublimes y sutiles detalles.

domingo, 11 de julio de 2010

Mamút

El sueco Lukas Moodysson es el realizador con más proyección internacional de su país desde la muerte de Bergman, quien en vida manifestó reiteradamente su admiración hacia el joven cineasta. Titulos como “Fucking amal” (1998), “Juntos” (2000) o “Lilya 4-ever” (2002) han recorrido los festivales de todo el mundo y han dejado constancia de su gusto por la experimentación y su atrevimiento a la hora de concebir la temática de una obra que ha ido haciéndose más y más críptica.
“Mamút” es la primera película que rueda en inglés con una estructura similar a la “Babel” (2006) – film con el que ha sido comparada incesantemente – ya que cada una de sus tres historias se desarrolla en países diferentes (Nueva York, Tailanda y Filipinas) y todas ellas tienen un nexo común con las otras. La narración de las tres historias que propone “Mamút” se hace paralelamente, de manera intercalada.

Sí algo hay que señalar a favor de “Mamút” es que sus historias encajan de un modo más natural y menos rebuscado que “Babel”, aunque el film de Moodysson no posea el mismo impacto visual ni la capacidad de trascendencia del de Iñárritu. En ambos casos el drama amenazante que planea sobre el último tercio opta por no cargar todas sus tintas, abriendo una ventana a la esperanza para alivio del espectador.

Gael García Bernal y Michelle Williams interpretan a un matrimonio norteamericano que ha superado con creces sus metas laborales; él es un friki de los videojuegos que abrió una página en internet y terminó convirtiéndose en un ejecutivo que firma contratos por valor de muchos millones de dólares; ella es una cirujana cuyo absorvente trabajo físico y emocional no le permite disponer del tiempo que quisiera para cuidar de su única hija, tarea de la que se encarga una niñera (Marife Necesito) emigrante filipina que abandonó a sus propios hijos para poder facilitarles una educación y una sanidad. La creciente complicidad entre la niñera y la hija del matrimonio, la ausencia del padre en un viaje de negocios por Tailandia y un trágico suceso desestabilizará el, en apariencia, estrecho nucleo familiar.

Producida por Lars von Trier “Mamút” es otro de los films que se suman a criticar la globalización, el absorbente influjo de las sociedades modernas monopolizadas y el efecto que puede tener un acontecimiento en el otro lado del mundo. La ambición y el éxito profesional no son siempre compatibles con una vida familiar en la cual la escasez de tiempo y dedicación abre grietas difíciles de rellenar, parece ser el discurso que propone en esta ocasión Moodysson, aparte de las siempre presentes inseguridades y los inevitables celos que toda pareja atraviesa.

En el episodio de Filipinas queda relegada la parte más crítica del conjunto, la situación de miseria y desamparo que padecen los países subdesarrollados y la huida desesperada en busca de una vida mejor y más digna. Que “Mamút” discurra por caminos ya transitados no es óbice para que se trate de una propuesta estimulante, intensa y apasionada. Un film con un buen guión detrás que deja la evidencia de que Moodysson es un excelente narrador y un solvente director de actores – el film presenta a un más que ajustado García Bernal y a una soberbia Williams - . La música es un protagonista más del film, excelentemente seleccionada y encajada, aunque la emotiva “The greatest” de Cat Power inevitablemente nos lleve hasta “My blueberry nights”, otro film de cuidada estética que también fue la puesta de largo en el mercado USA de un afamado director chino… pero esa historia me suena que ya la he contado.
“Mamút” es un film excelente que merecía mucha más atención de la que le dispensaron.

jueves, 8 de julio de 2010

EL MAYOR MISTERIO, LA MUERTE DE SU AUTOR

Miguel Ángel Prieto fue un joven licenciado en periodismo apasionado por el cine y concretamente con las historias menos amables del séptimo arte, las más sórdidas y tragicas sucedidas en la meca del cine que despertaban una curiosidad casi insana en él, hasta el punto de recopilar esta serie de dolorosas anecdotas en un libro que bajo el título "Vivir y morir en Los Ángeles" vió la luz en 2003 gracias a la mejor editorial de libros de cine que existe en la actualidad en nuestro país, T&B. Este libro permanecía descatalogado y, afortunadamente ha vuelto a ver la luz con el título ligeramente cambiado, "Un paseo por el lado oscuro de Hollywood: Vivir y morir en la meca del cine", pero con el mismo interés que presentaba hace ya 7 años. A quien le guste mi sección "La otra cara del éxito" le recomiendo este libro que se encuentra ya en las mejores librerias.

Prieto además hizo uno de los mejores estudios que en nuestra lengua se le ha dedicado al film "Blade runner" y escribió una completa retrospectiva de la breve carrera de James Dean, al que definió como un ángel oscuro. Pero, como antes he dicho, sus preferencias siempre se decantaban hacia los sucesos desafortunados y hacia los films que o bien por una serie de coincidiencias o por la peor de las casualidades arrastraban una leyenda negra tras de sí, como eran los casos de "Rebelde sin causa" o "Poltergeist". En "¡Malditas películas!" analizó sorprendentes hechos acontecidos en otras muchas películas que no tuvieron tanta notoriedad.

Y como la realidad muchas veces supera a la ficción, Miguel Ángel Prieto falleció con tan sólo 36 años de un modo tan misterioso como todos aquellos casos que tanto le inquietaban y que raramente tenían una explicación. El mayor de los secretismos rodeó su muerte y ni siquiera su propia hermana quiso esclarecer la causa de su fallecimiento, se limitó a decir que había sido muy doloroso para toda la familia y que estaba orgullosa de que su hermano quedara inmortalizado en las páginas de una obra corta pero muy interesante, truncada prematuramente.

* "Un paseo por el lado oscuro de Hollywood" está editado por T&B.

lunes, 5 de julio de 2010

SILENCIO, HOFFMAN RUEDA

Dustin Hoffman ya tuvo una tentativa de dirigir hace más de 30 años, comenzó la filmación del film "Libertad condicional" (1978) y a los pocos días, arrepentido de su decisión o sobrepasado por compaginar labores de dirección e interpretación, le confió el proyecto al realizador de origen belga Ulu Grosbard, convirtiéndose éste, de manera accidental, en el tercer film de una carrera muy poco fecunda e intermitente que únicamente comprende 7 titulos. En "Libertad condicional" colaboró un joven guionista llamado Michael Mann, aunque su labor nunca llegara a ser acreditada en el film. Se trata, además de uno de los films menos recordados de Hoffman en la década de los 70.

Después de no haber llegado a un acuerdo para volver a ser Bernie Focker en "Little Fockers" (2010) y de haber sido pillado morreándose en plena Superbowl con el actor Jason Bateman, sorprende descubrir que ahora, a los 73 años, Hoffman tiene intención de dar el salto a la realización. El título que se baraja para el film es "Quartet" y se trata de una comedia con el mundo de la Ópera de fondo.

Curiosamente en "Quartet" se ha dado la circunstancia inversa, ha sido Hoffman el que se ha encargado de sustituir al director inicialmente previsto, el británico Richard Loncraine, cuyo film más destacable podríamos decir que es "Ricardo III" (1995). El film estará protagonizado por un trio de actores de enorme veteranía, Albert Finney (74 años), Maggie Smith (75 años) y Tom Courtenay (73 años). Para su estreno, en caso de que el proyecto obtenga luz verde, se tendrá q esperar hasta el año próximo.

jueves, 1 de julio de 2010

LA OTRA CARA DEL ÉXITO (XXIII)

ANTHONY DWAIN LEE
Reeding, California (USA), el 17 de julio de 1967
Los Angeles, California (USA), el 28 de octubre de 2000


Actor afroamericano nacido en Reeding, aunque criado en Sacramento, su sueño era triunfar en la actuación y su miedo, que el color de su piel fuera un impedimento para ello. Por desgracia Anthony no pasó a la historia del cine por su corta carrera sino por el lamentable y desafortunado modo que tuvo de morir. En el telefilme “Face of a stranger” (1991), un drama de lucimiento para la veterana actriz Gena Rowlands, se le pudo ver brevemente encarnando a un médico de urgencias. Las series “La doctora Queen”, “Policías de Nueva York”, “Brooklyn South”, “Los siete magníficos”, “Arli$$” o “Chicago hope” contaron con su presencia como actor invitado en alguno de sus capítulos. El mayor logro de su carrera puede considerarse haber intervenido en el filme “Mentiroso compusilvo” (1997), la célebre comedia de Jim Carrey en la que Anthony tenía un personaje brevísimo. Los otros dos filmes que rodó ni siquiera se estrenaron en nuestro país, el último de ellos “Waterproof” (1999), protagonizado por Burt Reynolds, hablaba de conflictos raciales. La noche del 28 de octubre del año 2000 el novato policía Tarriel Hopper recibió el aviso de unos vecinos molestos por el ruido proveniente de una fiesta organizada en una mansión en Benedict Canyon. Cuando el policía se acercaba a la lujosa residencia vió a través de una puerta de cristal la silueta de tres hombres, cuando uno de ellos se giró descubrió que llevaba una pistola en su mano que parecía apuntarle. El agente vació el cargador de su arma reglamentaria, alcanzándole con dos impactos en la espalda, uno en el corazón y otro en la parte posterior de su cabeza. Cuando toda aquella confusión se despejó, el joven agente, que curiosamente era afroamericano, descubrió que aquel hombre al que había abatido a tiros no era otro que Anthony, quien celebraba la víspera de Halloween junto a unos amigos, la pistola era de juguete, un complemento al disfraz de diablo que había elegido para esa noche tan especial. El suceso dio la vuelta al mundo y el juicio finalizó con una indemnización ridícula para los 100 millones de dólares que se pedían y que fueron a parar a la hermana y única beneficiaria de la herencia de Anthony, ya que sus padres habían fallecido y se encontraba separado desde hacía 4 años de su mujer, la también actriz Serena Scholl. La dramática muerte a los 33 años de Anthony Dwain Lee tuvo como único homenaje la dedicatoria de un capítulo de la séptima temporada de la serie “Urgencias”, en el cual había participado poco antes de fallecer.