miércoles, 27 de octubre de 2010

LAS PROPUESTAS MÁS INTERESANTES PARA NOVIEMBRE

Aqui os presento el calendario de las propuestas más "interesantes" para el mes de noviembre. En esta ocasión mis recomendaciones no son más que elucubraciones porque realmente no confio demasiado en las posibilidades de la mayoría de estrenos que aquí cito. Quiero mantener distraidos a mis fieles pero tampoco quiero que se lleven amargas sorpresas, por eso el que avisa no es traidor, si no disfrutas con las animaladas de los "Jackass" ni con el humor facilón de "Salidos de cuentas", "Cyrus" o "Los otros dos" es probable que este mes tengas que buscarte otros ocupaciones. Con un panorama así no apetece ni escribir....

5 de noviembre:
- "Caza a la espía", de Doug Liman.
- "La mosquitera", de Agustí Villa.
12 de noviembre:
- "Scott Pilgrim contra el mundo", de Edgar Wright.
- "Bon appétit", de David Pinillos.
- "En el camino", de Jasmila Zbanic.
19 de noviembre:
- "Circuit", de Xavier Ribera Perpiñá.
- "The way", de Emilio Estevez.
26 de noviembre:
- "Chloe", de Atom Egoyan.

sábado, 16 de octubre de 2010

LA OTRA CARA DEL ÉXITO (XXVI)


HAING S. NGOR
Samrong Young (Camboya), el 22 de marzo de 1940
Los Ángeles, California (USA), el 25 de febrero de 1996

La actuación se cruzó en la vida de Haing de la manera más casual debido a que conoció de buena mano la crueldad del Regimen de los Jemeres Rojos en su Camboya natal. Él como cirujano y ginecólogo que era tuvo que ocultar su formación académica ya que el Regimen militar hostigaba especialmente a los profesionales e intelectuale. Finalmente fue confinado en un campo de concentración en donde tuvo que soportar el presenciar la muerte de su esposa embarazada por no recibir una cesarea que él podría haberle efectuado perfectamente. De hacerlo Haing se habría delatado y habría sido asesinado junto a su esposa por ocultar su ocupación.
Ya viviendo en Estados Unidos se le presentó la oportunidad de dar a conocer al mundo los genocidios cometidos por la organización guerrillera camboyana conocida como los Jemeres Rojos entre los años 1975 y 1979 a través del film “Los gritos del silencio” (1984), que recibió 3 Oscar de la academia, uno de ellos para Haing como actor secundario por su convincente y conmovedor debút.
A partir de entonces compaginó su profesión de ginecólogo con sus intermitentes apariciones en pantalla en films generalmente de escasa entidad de los que destacan especialmente “El triangulo de acero” (1989), la hoy olvidada y estimable “Mi vida” (1993) y “El cielo y la tierra” (1993), film con el que Oliver Stone cerró su trilogía sobre la Guerra del Vietnam. En la pequeña pantalla se le pudo también ver habitualmente en series como “Corrupción en Miami”, “Hotel”, “Autopista hacia el cielo” o “Playa de China”.
En febrero de 1996 Haing fue asesinado por una pandilla de jovenes que quiso robarle y a los que se negó a darle un objeto que contenía una foto de su difunta esposa, al menos aquella fue la versión oficial porque muchos quisieron ver en esa cobarde acción un ajuste de cuentas por parte de militantes supervivientes de los Jemeres Rojos. Un final demasiado injusto para alguien que había pasado tantas penalidades en su Camboya natal y que había emigrado a los Estados Unidos con la idea de poder llevar una vida tranquila y digna.

jueves, 14 de octubre de 2010

PAUL HAGGIS SE PONE AL SERVICIO DE UN REMAKE FRANCÉS

Parece increible que el talento de un guionista como Paul Haggis al que la mayoría descubrimos a merced de sus trabajos con Clint Eastwood ("Million dollar baby" y "Banderas de nuestros padres") o por ser uno de los muchas manos que revisaron el que probablemente sea uno de los mejores Bond de todos los tiempos ("Casino Royale") desarrollara su talento en series televisivas tan dispares como "Rumbo al Sur", "La ley de Los Ángeles" o... ¡"Walker, Texas Ranger"!. Está claro que a veces se puede encontrar un lingote de oro en medio de estercolero.

Su lanzamiento a raíz, como he dicho de trabajar con Eastwood, fue meteórico ya que el mismo año ya realizaba su primer film como realizador, "Crash" (2004), una celebrada historia coral sobre el racismo y la inmigración que obtuvo el Oscar a la mejor película de su año. Tres años después llegó un film muy distinto, "En el valle de Elah", una dura crítica al grado de desgaste físico y emocional al que son expuestos los soldados americanos destinados en Iraq. Ahora con un intervalo de otros tres años llega su tercer trabajo y también éste se distancia sustancialmente de los dos precedentes.

El motivo principal porque no se trata de un guión original sino de un remake de un film francés de reciente estreno - "Pour elle" interpretado hace un par de años por Vincent Lindon y Diane Kruger e inédito en nuestras pantallas - en el cual una mujer es acusada injustamente de asesinato y su marido tratará durante 3 días de hacer todo lo q esté en su mano para demostrar la inocencia de su esposa sobre la que pesa una condena de 20 años. "Los próximos 3 días" es un acelerado thriller que cuenta como mayor aliciente la presencia de un actor tan comercial como es Russell Crowe, que se ha separado un rato de Ridley Scott para probar retos nuevos, al que secundan la cada vez más interesante Elizabeth Banks - una actriz que dará mucho que hablar y no a mucho tardar -, la bella y cada vez más cotizada Olivia Wilde, el veterano Brian Dennehy - al que verle en la gran pantalla es siempre un motivo de alegría ya que cada vez es menos frecuente - , y el ubicuo Liam Neeson - el cual tras su reciente viudedad ha reactivado su carrera y no para de trabajar, en lo que llevamos de año lleva, contando este film que llegará a nuestras pantallas el 5 de diciembre, 5 films: "Crónica de un engaño", "Cinco minutos de gloria", "Furia de titanes" y "El equipo A". Teniendo en cuenta que tiene un par de films atrasados, sería posible que no fuera el último film de Neeson que viera la luz en este fecundo 2010.
Aunque "Los próximos 3 días" a todas luces no parece un film muy personal en la carrera de Haggis es probable que sea al menos un entretenimiento digno de cara a las navidades. ¡Veremos!.

lunes, 11 de octubre de 2010

Machete

La columna vertebral de este film se ideó hace 18 años, mucho antes de que se encajara como falso trailer – para muchos mejor que el propio film al que antecedía – del segmento que Robert Rodríguez orquestó para esa sesión doble conocida como “Grindhouse” (2007) y que en nuestro país llegó desmembrada debido al inesperado pinchazo en el mercado USA, con la intención así de hacer doble caja con este homenaje a la serie B de los años 70 y con el ligeramente superior que rodó Quentin Tarantino.

Mucho antes de que una película de exiguo presupuesto como “El mariachi” (1992) – que costó unos 7.000 dólares de la época – le convirtiera en un reconocido – más por el público que por la crítica – cineasta surgido de tierras mexicanas, ya estaba en la mente de Rodríguez el generar una corriente similar al “blackexplotation”, un cine meramente afroamericano en el que entremezclaban un cine policíaco con dósis de sexo gratuito y que tuvo su propio mercado a primeros de los 70. “Machete” es – como en su día fuera “Las noches rojas de Harlem” (1971) – la punta de lanza de ese intento por internacionalizar la cultura tex-mex y de instaurar un héroe de acción mexicano representado por ese taciturno, musculado, tatuado y bigotudo que incorpora el veterano Danny Trejo, en su primer papel protagónico.

Si “Planet terror” ya era un festival de referencias al cine fantástico de bajo presupuesto y un delirio desmesurado donde los haya, “Machete” va aún más allá recuperando al Rodríguez más incorrecto, salvaje y sangriento. Detrás de los litros de hemoglobina y de los kilos de casquería el film cuenta con una crítica implacable al gobierno americano y a sus leyes de anti-inmigración. Resulta increible que al público americano pudiera divertirle la imagen de que ellos se da en “Machete”, de hecho no debió hacerles demasiada gracia porque las recaudaciones allí obtenidas no han cumplido en absoluto con las expectativas.

Machete (el omnipresente Danny Trejo), es un agente federal que trata de acorralar a un importante capo de la mafia, Torrez (un Steven Seagal con un sobrepeso preocupante y con el mismo rostro mimético de siempre) quien para dejar las cosas claras de quien es el que verdaderamente manda, mata a su mujer y su hija delante de él. Años después Machete trata de vengarse de Torrez en medio de un ambiente muy crispado por la campaña política del Senador McLaughlin (un Robert de Niro muy fuera de lugar) en contra de los mexicanos a los cuales considera poco menos que cucarachas, y por los sangrientos metodos de frenar a los espaldas mojadas por parte del Sheriff Stillman (un recuperado Don Johnson).
Mientras tanto la agente Sartana (Jessica Alba, una habitual ya del cine de Rodríguez), trata de destapar una red ilegal de inmigración liderada por Luz (encarnada por la machuna pero bellísima Michelle Rodríguez). Machete recibe un lucrativo encargo por parte de un importante empresario (Jeff Fahey, que también aparecía en el trailer primigenio): asesinar al Senador McLaughlin. Pero cuando descubra que se trata todo de una trampa a Machete no se le ocurrirá otra cosa que seducir a la mujer (Alicia Rachel Marek) y la hija (una Lindsay Lohan que se ríe de su imagen díscola disfrazándose de monja) del empresario como venganza, porque a Machete en artes amatorias no hay quien le haga sombra.

Si algo hay que alabarle a “Machete” es la capacidad que tienen los actores para reírse de sí mismos, los ya citados más Cheech Marin – que interpreta a un cura muy atípico – y el maquillador Tom Savini, quien ya hizo una impagable aparición en “Planet terror”. El film tiene también la osadía de meter la barbarie suficiente como para hacer que muchos espectadores salgan indignados de las salas si no saben muy bien lo que han ido a ver; y de incluir diálogos que en muchas ocasiones rozan lo risible, pero es que “Machete” no está hecha para que nos la tomaramos en serio, es puro divertimento hiperviolento como en su día lo fuera “Kill Bill”, otra historia de venganza al fin y al cabo, aunque el poso que dejaba aquella no lo deja el film que nos ocupa. Creo que acerté cuando comenté a un amigo que “Machete” me divirtió aunque habría podido sobrevivir perfectamente a no verla, porque aún con esa crítica implícita, la realidad es que el film es totalmente intrascendente.

sábado, 9 de octubre de 2010

LOS ACTORES MÁS STONIANOS

Oliver Stone sorprendió a propios y extraños decidiendo hacer una secuela de "Wall Street" 23 años después de aquella y aprovechando la negativa y prolongada situación económica mundial. Ahora que el film ha llegado a nuestras pantallas sin levantar demasiada polvareda es buen momento para recuperar las caras más habituales que hemos podido ver a lo largo y ancho de la obra de tan polémico y discutible cineasta. Aunque lo cierto es que Stone nunca ha tenido ningún actor fetiche claramente identificable con su persona, quizás el problema es que los actores una vez concluido el rodaje juran y perjuran no volver a trabajar con un director con tanta fama de tirano como los dictadores que tanto venera. Por cierto, que gran suerte que Charlie Sheen esté atado y bien atado a la pequeña pantalla así no se encargará de malograr más películas del cada vez más melenudo Stone (¿No me digáis que no os habíais dado cuenta que sus claridades habían desaparecido por arte de magia?).

3 VECES:
- Charlie Sheen
("Platoon", "Wall Street" y "Wall Street: El dinero nunca duerme").
3 VECES:
- Tommy Lee Jones
("JFK", "El cielo y la tierra" y "Asesinos natos").
3 VECES:
- James Woods
("Salvador", "Nixon" y "Un domingo cualquiera").
2 VECES:
- Michael Douglas
("Wall Street" y "Wall Street: El dinero nunca duerme").
2 VECES:
- Willem Dafoe
("Platoon" y "Nacido el 4 de julio").
2 VECES:
- Tom Berenger
("Platoon" y "Nacido el 4 de julio").
2 VECES:
- Anthony Hopkins
("Nixon" y "Alejandro Magno").
2 VECES:
- Val Kilmer
("The Doors" y "Alejandro Magno").
2 VECES:
- Bruce McGill
("La mano" y "W.").
2 VECES:
- Kevin Dillon
("Platoon" y "The Doors").
2 VECES:
- Frank Whaley
("The Doors" y "World Trade Center").
2 VECES:
- Josh Brolin
("W." y "Wall Street: El dinero nunca duerme").
2 VECES:
- Powers Boothe
("Nixon" y "Giro al infierno").

miércoles, 6 de octubre de 2010

Buried (Enterrado)

El anterior film del orensano Rodrigo Cortés, “Concursante” (2007), además de suponer su debút en el largo fue un visto y no visto en las cartelera española, a pesar de que la crítica no tuvo más que buenas palabras para ella. Tres años después Cortés regresa con una película que ha supuesto un autentico desafío técnico y creativo, su guión llevaba bastante tiempo dando vueltas, a todo el mundo le gustaba pero nadie consideraba que pudiera realizarse. La cuestión era: “¿cómo hacer emocionante y ágil una película que durante 90 minutos cuenta con un solo personaje en una única localización?”. A la vista de los resultados “Buried (Enterrado)” ha superado con éxito el reto al que solamente se habría expuesto un director que como Cortés ande sobrado de ambición y de seguridad en sí mismo.

El que fuera denominado como “el guión más barato de la historia” – aunque a la hora de la verdad el film ha contado con un presupuesto más que aceptable de 3 millones de euros – se rodó finalmente en un polígono industrial de Cornellá en 11 días en julio del pasado año, y sí el rodaje fue acelerado, el montaje no lo fue menos. Nada hace pensar viendo “Buried (Enterrado)” que tenga un acabado casual o precipitado, sí por algo brilla el film es por el cuidado con el que se han tratado aspectos como la iluminación y el montaje, y por un uso magistral, arriesgado y reinventivo de la cámara. Por no hablar, claro, de una sorprendente actuación por parte de un actor del que no se esperaba demasiado y de un guión que aunque sobradamente comercial no deja de lanzar punteros dardos críticos.
Paul Conroy (un como ya he mencionado sorprendente Ryan Reynolds) es un transportista americano que trabaja en Iraq y que es atacado por unos insurgentes, cuando despierta descubre que ha sido enterrado en un ataúd de 3 x 1 m para forzar así que el gobierno americano pague 5 millones de dólares por su rescate. Paul cuenta con un mechero zippo, un móvil con poca batería y un lápiz como únicos instrumentos con los que aferrarse a la esperanza de ser liberado.

Un personaje tan estático requería de un actor capaz de transmitir una amplia gama de emociones, y ese actor contra todo pronóstico ha resultado ser Ryan Reynolds, muy experimentado en comedias y en films de acción física pero con poco rodaje como actor dramático. Su actuación es impecable, matizada y sin caer en la sobreactuación. Probablemente con este trabajo deje de ser para muchos tan sólo el marido de Scarlett Johansson.

“Buried (Enterrado)” es un alarde de virtuosísmo técnico que aprovecha al máximo su escasa libertad de movimiento, encontrando el camino más certero posible entre las limitaciones. Sin renunciar a ser un espectáculo visual supone también una experiencia demoledora; el film es verdadero mazazo que no recurre a tomar atajos cobardes ni complacientes con la audiencia. Las voces que salen del teléfono de Paul – muy variadas entre las que se encuentran las de Samantha Mathis, José Luis García Pérez o Stephen Tobolowsky entre otros – van creando el creciente suspense además de otorgarnos la información vital para entender todo el alcance de una historia que no deja de ser la lucha de David contra Goliath, es decir el individuo contra el sistema.

¿Es un film comercial o intimista?. En realidad es una mezcla de ambos, la parte comercial la ponen la aparición de una amenazadora serpiente, la arena entrando dentro del ataúd, un revelador video enviado al movil de Paul, etc; la nota introspectiva la pone la soledad, el abandono y la indefensión que siente el protagonista cuando empieza a perder la esperanza por poner su vida en manos de una burocracia torpe, lenta y caprichosa.
En resumidas cuentas se trata de un film que abruma y conmueve a partes iguales, es difícil pensar en ponerse al servicio de la historia una segunda vez – aunque a decir verdad su virtuoso montaje será el centro de muchos estudios – aunque todo parece indicar que el film será todo un éxito, su estreno se hará simultaneamente en 5.000 salas de todo el mundo, el mayor despliege mediático que ha tenido nunca un film español. Ya sea por su faceta como director o montador ¡vamos a tener Rodrigo Cortés para rato!.

lunes, 4 de octubre de 2010

El americano

Resulta curioso, y hasta cierto punto sorprendente, encontrar detrás de este atípico thriller al afamado fotógrafo holandés Anton Corbijn, porque en este su segundo largometraje – después de deslumbrar hace tres años con “Control” – abandona su hábitat natural (el mundo musical) y su particular modo de retratarlo (con un sobreexpuesto blanco y negro). “El americano” no es un film tan personal como fuera el biopic sobre el cantante de Joy Division, se trata de una obra de encargo de la productora que poseen George Clooney y Grant Heslov, quienes quizás buscaban darle un enfoque europeo a esta producción tan diametralmente opuesta a los thrillers financiados con capital americano.

“El americano” es una película muy estetica, reposada y contemplativa, cuyo mínimo argumento – un guión de Rowan Joffe basado en la novela de Martin Booth – perfectamente podría haberse narrado en un cortometraje. Corbijn ha convertido la salvaje región italiana de Abruzzo – se rodó poco tiempo después del terremoto de 2009 – en un personaje más del film, con el cual rellenar innumerables planos, las rutinas y del devenir del personaje protagonista. Además de los detalles paisajísticos, el film está repleto de miradas, de silencios y de pequeños detalles. “El americano” es un film atemporal que estilísticamente se acerca al tipo de film policiaco rodado en Francia durante la década de los 70 con actores como Lino Ventura, Alain Delon, Yves Montand o Jean-Paul Belmondo como protagonistas.

También es posible encontrar reminiscencias – y eso no lo ha ocultado ni su realizador – de los spaguetti-westerns italianos con un obligado homenaje al más grande de sus artífices, Sergio Leone y a una de sus secuencias más míticas, el ralentizado tiroteo de “Hasta que llegó su hora” con la impagable mirada azulada de Henry Fonda. El argumento de “El americano” parece una actualización de cualquiera de aquellos films rodados en el almeriense desierto de Tabernas. Su esquema básico es ciertamente muy similar: Un hombre misterioso del que nunca llegamos a saber su nombre llega a una pequeña comunidad huyendo de algo; allí se ocultará hasta el momento en el que sea inevitable el librar un duelo final.

El americano (un esforzado George Clooney en el cual la cámara de Corbijn se recrea) es un asesino a sueldo cuyo último encargo no terminó como se esperaba, en espera de que las cosas se apacigüen es enviado a un pequeño pueblo al sur de Italia con la idea de pasar desapercibido. Allí se hará cargo de un trabajo sencillo, suministrar una preciso fusil a una misteriosa mujer (interpretada por la sueca Irina Björklund), mientras establece una extaña relación con el cura del pueblo (el veterano actor romano Paolo Bonacelli) y comienza un romance con una joven prostituta (encarnada por la guapa Violante Placido, hija del célebre actor Michele Placido). Los planes de jubilación para alguien que ha vivido del crimen no resultan fáciles.

Preciosista y milimétrica para unos, exasperante y mínima para otros, “El americano” no tiene nada en común con el modelo de films tipo “El caso Bourne” o “The international”. Las escenas de acción (que son escasas) no brillan precisamente por su virtuosismo, “El americano” se emplea más en crear una tensión sostenida y en cuidar al máximo los marcos, los encuadres, los planos, etc. Su inesperado éxito se debe al tirón comercial de su protagonista porque desde luego este film no se creó con la voluntad de dejar al público sin aliento. Se trata por tanto de un interesante e interiorizado film que ahonda en la mente de un atormentado asesino y que nos insinua que en algunos casos el destino ya está más que escrito.