lunes, 13 de abril de 2009

La lista

Jonathan McQuarry (Ewan McGregor) es un retraido y gris auditor que en la última empresa en la que contrasta sus cuentas conoce a Wyatt Bose (Hugh Jackman) un abogado ambicioso y emprendedor. Fumándose un porro juntos Jonathan le confesará todas sus inseguridades y frustraciones, es el comienzo de una bonita amistad. Cuando Wyatt viaje a Londres por motivos laborales y deje su teléfono móvil olvidado en manos de Jonathan, será el comienzo de unas extrañas llamadas anónimas que con el siguiente reclamo: “¿Estás libre esta noche?”, sumergerán a Jonathan en una espiral de sexo sin compromisos con gente de alto standing. Las reglas son sencillas: 1. Quien concierta la cita paga la habitación; 2. No se puede hablar de trabajo; 3. Nada de nombres. Cuando Jonathan se enamore de una de estas amantes ocasiones, S (Michelle Williams) descubrirá que su encuentro con Wyatt y con “la lista de contactos” no fue fruto del azar.

La, a primera vista, original historia viene firmada por Mark Bomback, artífice de otras recientes joyitas como “El enviado” (2004), “La jungla 4.0” (2007) o “La montaña embrujada” (2009) y la ha llevado a la pantalla el debutante Marcel Langenegger con un resultado que no hace albergar esperanzas de estar ante un futuro nuevo talento, aunque el tiempo siempre tiene la última palabra.
Langenegger nos presenta una historia de pasiones, traiciones y chantajes mil veces vista, pero durante su primera media hora parecía que la cosa apuntaba hacia otra dirección, es entonces cuando descubrimos que “la lista” bien poco tiene que ver con la historia que termina por contarse. La presentación de los personajes y las citas que Ewan McGregor tiene con mujeres adineradas (entre las que descubrimos a la que fuera la alienígena de “Species” Natasha Henstridge y a una madura Charlotte Rampling) mantienen el interés; el problema es cuando reaparece el personaje de Hugh Jackman y descubrimos sus ocultos intereses. Es ahí cuando el film se hace más previsible y se convierte en un festival de lugares comunes.

Hugh Jackman es el productor del film y se ha reservado el papel del peor malvado visto en mucho tiempo, claro que Ewan McGregor tampoco está mucho mejor como el atolondrado auditor y el primer papel como femme fatale de Michelle Williams se salda con un resultado poco alagador. El montaje pretende hacernos creer que estamos ante un film de Tony Scott o Michael Mann y la banda sonora de Ramin Djawadi (“Iron Man”) es por decirlo suavemente, patética. No aporta ni una sola nota de autoría ni de originalidad.
La película llega con algo de retraso, se rodó entre octubre y noviembre de 2006 y en Estados Unidos se estrenó hace exactamente un año, saldándose con un soberano fracaso. Curiosamente los lugares elegidos para el rodaje fueron Nueva York y Madrid, en donde transcurren los últimos 20 minutos del film y su manido desenlace. Hugh Jackman acude a Madrid a sacar dinero del Banco Central de San Sebastián… sí, sí, habéis leído bien y podemos ver la calle Alcalá, el Banco de España, el Paseo del Prado, el Hotel Palace y hasta la Plaza Mayor. Madrid es para los protagonistas una ciudad ideal para encontrarse en cualquier esquina. Ewan, Hugh y Michelle al menos no tienen ningún problema para hacerlo.

Poco más se puede decir de un film tan irregular e insatisfactorio que cuenta, como ya he dicho, con un guión muy poco original y con unas actuaciones notablemente mediocres, llevándose la palma el hombre más sexy del planeta, Mr. Hugh Jackman. Parafraseando su título original, “Deception”, diré que nunca un film hizo tanto honor a su nombre; “La lista” es una total y absoluta decepción.

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