viernes, 31 de julio de 2009

Nueva York para principiantes

La primera incursión en el cine de Robert B. Weide – popular por ser el productor y director de la serie “Curb your enthusiasm”, aquí titulada simplemente “Larry David”, nombre tomado de su creador e interprete - llega con cierto retraso – se estrenó en octubre del pasado año en casi todo el mundo – y con muy pocas ambiciones. Su fracaso internacional la ha condenado a formar parte de los estrenos de la temporada estival, época en la que se aprovecha para sacar títulos atrasados que inspiran poca confianza, para rellenar huecos. Aún con todo lo que esto pueda dar a entender no estamos ante una comedia del todo desdeñable.


“Nueva York para principiantes” – título libre e incomprensible de “How to lose friends and alienate people” – cuenta como principal baza con la comicidad de un actor británico de gran éxito en su país natal, Simon Pegg – su unión con Edgar Wright ha dado dos comedias de culto “Zombies party” (2004) y “Arma fatal” (2007) – , al que se está tratando de exportar por todos los medios. En esta ocasión el material de partida es el libro autobiográfico de Toby Young en el que narra sus propias desventuras como redactor de la revista “Vanity Fair”, y Pegg es el encargado de emularle bajo el seudónimo de Sidney Young.

Sidney Young (un omnipresente Simon Pegg) es un ácido periodista de una revista londinense que es contratado a modo de prueba para la revista “Sharps”, en ella se retratan los ambientes más chic de la ciudad de Nueva York y los personajes de actualidad más frívolos. El excentrico director de la revista Clayton Harding (un fugaz Jeff Bridges) ha visto en él la integridad y la independencia de la que él mismo hizo gala, antes de convertirse en otro ejemplar más de la Feria de las vanidades. Ante su jefe más directo Lawrence Maddox (Danny Huston demostrando su solvencia en la comedia), Sidney tendrá que defender los nobles oficios del periodismo y aceptar que su sarcasmo e ironía british aquí están fuera de lugar. En un ambiente tan hostil contará con una única aliada, su compañera de trabajo Alison Olsen (con el angelical rostro de Kirsten Dunst), cuya vida sentimental es un desastre. En su ascenso hacia la fama y la fortuna conocerá a un variado abanico de personalidades: Sophie Maes, una ascendente actriz de belleza insultante y talento inexistente (Megan Fox en un papel a su medida), Eleanor Johnson, una agresiva agente de famosos (una recuperada Gilliam Anderson), Vincent Lepak, un joven y engreido cineasta (un Max Minghella antes de que el mundo le descubra con “Ágora”), o la Sra. Kowalski, su casera metomentodo (la veterana Miriam Margolyes). Sidney se debatirá entre el amor sobrenatural que representa Sophie y el más terrenal que es Alison.

El film decepciona al apuntar maneras de comedia ácida y deslengüada y terminar convirtiéndose en la típica comedia romántica sobre-edulcorada. Simon Pegg y Kirsten Dunst no terminan de cuajar como pareja y aunque están muy bien rodeados por una estupenda galería de actores secundarios, casi todos ellos están desaprovechados. El tratamiento de guión que Peter Straughan ha hecho del libro de Toby Young incluye algunas referencias cinéfilas: hasta tres sutiles menciones a un film como “El gran Lebowski” - que encuentran su justificación únicamente en la breve presencia de Jeff Bridges en el film – y una reiterada declaración de amor a un clásico del cine como es “La dolce vita”, de Fellini.

“Nueva York para principiantes” nos presenta una sucesión de gags más o menos afortunados, nos muestra el interior de las fiestas de celebridades con sus drogas incluídas – atención al cameo de Thandie Newton -, y también los entresijos de una gala de premios. La incorreción política, la hipocresía y las burlas a la sociedad Yanki son aislados valores que la distinguen y distancian de otras comedias románticas – que es el camino por el que finalmente se decanta el film -.
Al film le falta mala uva y le sobra azucar, pero la virtud de un film que a priori no despertaba muchas expectativas - para muchos el único motivo es ver a la exhuberante Megan Fox - es que no termina de decepcionar tanto ya que el objetivo inicial era pasar un rato divertido, y en eso el film cumple. ¿Qué se podía haber sacado mucho más partido de la historia y del plantel de actores con que cuenta?. Totalmente de acuerdo.

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