jueves, 30 de julio de 2009

JOHN DAHL Y EL CINE NEGRO

Es increible la rapidez con la que puedes desaparecer del mundanal ruido, hoy estás arriba y mañana abajo y no importa todos los logros que hayas dejado a tus espaldas. Eso mismo debe estar pensando John Dahl - no confundir con el escritor Roald Dahl - un director al que se le auguraba un magnífico futuro por recuperar en todo su esplendor el cine negro y al que la industria le cerró sus puertas inexplicablemente tras unos erraticos pasos. En los años 90 fue uno de los directores con una mayor proyección.

Al sobrepasar la cincuentena John Dahl se ha encontrado relegado a la función de lujoso director de series televisivas transgresoras y renovadoras, "Californication", "Dexter", "Life", "United States of Tara" o "Breaking bad", pero su carrera cinematográfica se ha visto reducida a la mínima expresión. En toda una década ha firmado sólo 3 trabajos de los cuales 2 permanecen inéditos en nuestro país, "The great raid" (2005) que narraba el sangriento rescate de más de 500 prisioneros de guerra americanos recluidos en el campamento Cabanatuan de las Islas Filipinas, y "You kill me" (2007) una comedia negra en la que el ex-asesino a sueldo reconvertido en embalsamador interpretado por Ben Kingsley se enamoraba de una mujer con el rostro de Tea Leoni en un marco tan poco idílico como es una morgue. El último trabajo de Dahl visto por estos lares fue "Nunca juegues con extraños" (2001), un angustioso film con reminiscencias a "El diablo sobre ruedas" que no dejó mucha huella a su paso.

Un bagaje ciertamente insuficiente para alguien que debutó con "La muerte golpea dos veces" (1989), un original neo noir de robos, pasiones y traiciones con un trío inolvidable, Val Kilmer, Joanne Whaley y Michael Madsen. Su siguiente trabajo "Red Rock West" (1992) llegó discretamente con tres años de retraso aprovechando el éxito del tercer film de Dahl. Se trataba de un árido thriller de giros imprevisibles con Nicolas Cage, Lara Flynn Boyle y Dennis Hopper.
"La última seducción" (1995) es su film más reverenciado, un rendido tributo a los films de cine negro de los años 40 con una inolvidable Linda Fiorentino como la mujer fatal que se autodefinía como "una putita folladora". Se rumoreó que la atractiva actriz se quedó fuera de la terna a los Oscar por un puro formalismo: el film se había emitido por una cadena de pago.
Su siguiente film recuperaba a su musa, Fiorentino, pero presentaba un giro considerable que no terminó de convencer, "Escondido en la memoria" (1996) se trataba de un extraño híbrido entre el cine policiaco y la ciencia ficción, con un Ray Liotta tratando de descubrir quien asesinó a su esposa a traves de inyecciones de recuerdos.
La etapa gloriosa de Dahl tuvo su fin con "Rounders" (1998), su film más ambicioso con las partidas de cartas clandestinas como telón de fondo, un film estilizado y excelentemente resuelto con Matt Damon y Edward Norton como cabezas de cartel.

Un quinteto de films de ese calibre no hacían sospechar John Dahl fuera a seguir unos derroteros tan ingratos y marginales. Esperabamos que nos volviera a traer más cine negro renovador, más traiciones, más asesinatos, más pasiones engañosas, etc. Las nuevas generaciones no habrán oído hablar de él, pero hubo un tiempo en el que John Dahl fue un director puntero.

1 comentario:

Sergio Arán dijo...

Ey... a mi también me gusta tu blog. Me quedo por aquí unos días a investigar el pasado.