5 de junio:
- "Terminator salvation", de McG.
- "Coco, de la rebeldía a la leyenda de Chanel", de Anne Fontaine.
12 de junio:
- "Cleaner", de Renny Harlin.
19 de junio:
- "El primer día del resto de tu vida", de Rémi Bezançon.
- "Tres monos", de Nuri Bilge Ceylan.
- "¿Hacemos una porno?", de Kevin Smith.
26 de junio:
- "Mishima", de Paul Schrader.
domingo, 31 de mayo de 2009
LAS PROPUESTAS MÁS INTERESANTES PARA JUNIO
LOS PRIMEROS PASOS DE...
DUSTIN HOFFMAN
Ahora trata de hacernos creer (sin éxito) que es un convincente galán romántico en "Nunca es tarde para enamorarse", lo cierto es que a Dustin se le puede perdonar casi todo con tal de verle en pantalla. Tiene 71 años, se encuentra en la cómoda posición de no tener que demostrarle nada a nadie y despierta por igual simpatia y admiración.
Cuando tenía 29 años la única experiencia con la que contaba eran sus apariciones episódicas en series como "La ciudad desnuda", "Los defensores" y "Las enfermeras"; sin embargo con la obra teatral "La carrera del 5º caballo" todo cambió, se grabó para su posterior emisión televisiva - un 14 de octubre de 1966 - , Dustin fue nominado al premio Obbie y contratado para interpretar el personaje de Benjamin Braddock en "El graduado", ... el resto es historia.
* "La carrera del 5º caballo" está editada desde hace algún tiempo en nuestro país por Divisa.
Al australiano en menos de un año le hemos podido ver en tres films: "El tren de las 3:10", "Red de mentiras" y "La sombra del poder". El ubicuo y últimamente sobrealimentado actor cuenta con un pasado televisivo en las antípodas del que preferiría no acordarse. En el longevo culebrón "Vecinos" interpretó al chulesco Kenny Larkin, un papel que por su físico le venía como anillo al dedo; allí compartió escenas con la pareja de moda de los 80: Kylie Minogue y Jason Donovan. "Vecinos" fue una estupenda plataforma de lanzamiento de jovenes promesas, entre sus filas también estuvieron Guy Pearce y Radha Mitchell. Russell tendría que esperar 8 años a que Sam Raimi le contratara para "Rápida y mortal", su debút en Hollywood. De ahí a "L.A. Confidential" y "Gladiator" ya sólo había un salto.
* "Vecinos" se emitió en la década de los 90 por las cadenas autonómicas. En Australia sigue emitiéndose, ya ha alcanzado el capítulo 5.700.
Mucho antes de encarnar al eminente profesor Robert Langdon de "Ángeles y demonios" y de permitir que le hicieran ese horroroso corte de pelo, antes incluso de hacerse popular con la serie "Bosom buddies" a principios de los 80, Tom Hanks debutó en un infecto film de terror que aprovechaba el éxito de "La noche de Halloween" y "Viernes 13". Su título: "Sabe que estás sola", en ella un misógino se dedicaba a asesinar a novias que estaban a punto de casarse, la protagonista al estar prometida vivía atemorizada. Fatal argumento, pésimos actores, cutres efectos y un muy secundario Tom Hanks por el que nadie apostaba ni un duro. 29 años después con dos Oscar en el bolsillo ganaría 50 millones de dólares por un único film.
* "Sabe que estás sola" permanece inédita en DVD y a nadie parece importarle.
Es uno de los actores más grandes de la actualidad (y no sólo por su tamaño), no se ha sentido intimidado a la hora de plantarles cara a actores de la talla de Robert de Niro, Meryl Streep, Albert Finney o Paul Newman, saliendo siempre muy bien parado de esos duelos interpretativos. Cineastas independientes como Paul Thomas Anderson, Todd Solondz, Joel Coen, Spike Lee, Tamara Jenkins o Charlie Kaufman han reclamado sus servicios con asiduidad, ha sido justamente reconocido - recibió el Oscar por su magistral recreación de Truman Capote - y goza de un estatus inmejorable. El debút de Philip tuvo lugar en la serie de televisión más veterana después de "Los Simpson", "Ley y orden", que aún permanece en antena y ha dejado hasta 5 spin-offs. En aquel capítulo Philip curiosamente coincidió con otro actor desconocido a punto de despuntar: Samuel L. Jackson.
* "Ley y orden" fue maltratadamente emitida por TVE.
sábado, 30 de mayo de 2009
CAMEO, GARANTÍA DE CALIDAD
jueves, 28 de mayo de 2009
KASKER DESPOTRICANDO EN "CINEMANÍA"
Yo únicamente puedo añadir... ¡gracias por dejar que me desahogue, sres. de "Cinemanía"!.
miércoles, 27 de mayo de 2009
UNA MAQUINARIA NO TAN MORTÍFERA
lunes, 25 de mayo de 2009
FELIZ DÍA DEL ORGULLO FRIKI
Este es el decálogo de derechos y deberes del friki.
DERECHOS:
- Derecho a ser más friki.
- Derecho a quedarse en casa.
- Derecho a no tener pareja y ser virgen.
- Derecho a no gustarnos el fútbol ni el deporte.
- Derecho a la asociación friki.
- Derecho a tener pocos amigos (o ninguno).
- Derecho a tener todos los amigos frikis que se quieran.
- Derecho a no ir a la moda.
- Derecho al sobrepeso y a la miopía.
- Derecho a exhibir el propio frikismo.
- Derecho a dominar el Mundo.
DEBERES:
- Ser friki, pese a todo.
- Intentar ser más friki que otro.
- Si hay alguna discusión sobre algún tema friki, opinar.
- Salvaguardar todo el material friki.
- Hacer todo lo posible para exponer el material friki como si fuera un "Museo del Frikismo".
- No ser friki de todo. Hay que estar especializado en algo.
- Ir al estreno de cualquier película friki, comprar antes que nadie un libro o DVD friki.
- Esperar cola ante un estreno friki, y si es disfrazado, o con camiseta friki, mejor.
- No desprenderse de nada nunca relativo al mundo friki.
- Intentar dominar el mundo.
¡FELIZ DÍA, FRIKIS!.
EL MUNDO PROPONE Y CANNES DISPONE
Sin duda los 8 días de Festival dieron para mucho. Estos fueron los galardonados:
- Palma de Oro a la mejor película: "La cinta blanca", de Michael Haneke.
- Gran Premio del jurado: "Un profeta", de Jacques Audiard.
- Premio del jurado: ex-aequo "Fish Tank", de Andrea Arnold y "Thirst", de Park Chan-Wook.
- Premio especial del jurado: Alain Resnais, por todo el conjunto de su carrera.
- Mejor director: Brillante Mendoza por "Kinatay".
- Mejor actor: Christoph Waltz por "Gloriosos bastardos".
- Mejor actriz: Charlotte Gainsbourg por "Anticristo".
- Mejor guión: Mei Feng por "Spring fever".
- Premio a la mejor contribución técnica: Aitor Berenguer, editor de sonido de "Mapa de los sonidos de Tokio".
- Cámara de Oro a la mejor dirección novel: Warwick Thornton por "Samson et Delilah".
- Mención especial: "Ajami", de Sacandar Copti.
- Palma de oro al mejor cortometraje: "Arena", de Joäo Salaviza.
- Mención especial: "The six dollar fifty man", de Mak Albiston y Louis Sutherland.
sábado, 23 de mayo de 2009
LA OTRA CARA DEL ÉXITO (V)
Oxford, Inglaterra (Reino Unido), el 22 de mayo de 1980
París (Francia), el 20 de mayo de 2009
A pesar de ser de nacionalidad británica, desde que fijara su residencia en París, Lucy Gordon había conseguido sus mejores oportunidades en el cine francés. No le dio tiempo a despegar, aunque quizás a los más observadores les diera tiempo a ver detrás de su frágil belleza un talento pendiente de descubrir.
Debutó en un pequeño papel en “Perfume” (2001), una olvidable película sobre el mundo de las diseñadoras de moda protagonizada por la temible Estella Warren; también se le pudo ver brevemente en la comedia romántica “Serendipity” (2001) y en la enésima adaptación cinematográfica de “Las cuatro plumas” (2002), junto al también desaparecido Heath Ledger.
Después de tres años apartada del cine regresa por sorpresa con una producción francesa, “Las muñecas rusas” (2005), secuela de “Una casa de locos” en la que se narraba el paso a la madurez de aquel grupo de estudiantes franceses que conocimos durante su etapa de erasmus en Barcelona. En el film de Cédric Klapisch coincidió con Audrey Tautou, inolvidable por “Amelie”, y con la española Irene Montalá.
Tras un par de apariciones televisivas, Lucy hizo el papel más importante de toda su carrera aunque también muy secundario, el de la sexy reportera Jennifer Dougan en “Spider-Man 3” (2007).
A este blockbuster, le siguió un film muy independiente del debutante Steve Clark, “Frost” (2008) y una vuelta al cine francés, “Cineman” (2009) y la aún inédita “Serge Gainsbourg, vie héroïque” (2009) en el que encarnaba a la actriz Jane Birkin, que a la postre se convertirían en su testamento cinematográfico.
A falta de dos días para cumplir los 29 años, Lucy se suicidó en su apartamento parisino. Se especuló con que pudiera estar sufriendo una depresión, que no había podido superar el reciente suicidio de un buen amigo e incluso que la causa de la muerte fuese una pelea con su novio, al que la policía llegó a tomarle declaración, pero nada quedó esclarecido por completo. Lo único evidente era que Lucy no vivió lo suficiente para hacerse un nombre, quizás su interpretación como Jane Birkin la descubra ya cuando es demasiado tarde.
jueves, 21 de mayo de 2009
Génova
Toda esta introducción tiene un motivo, no puedo mostrarme más disconforme con las tíbias críticas que he leído del último trabajo del ecléctico Michael Winterbottom, “Génova”, que en el pasado Festival de San Sebastián recibió en medio de una encendida polémica el premio al mejor director. Se trata de un film a tener muy en cuenta, que no conviene perderse.
No es sencillo trazar paralelismos en la prolífica trayectoria de Winterbottom, ya que de un modo premeditado huye de las etiquetas, cada uno de sus trabajos supone una aproximación a un terreno nuevo que descubrir e investigar. No existe género por el que no sienta interés, ya ha coqueteado con el drama (“Un corazón invencible”), la comedia (“Tristam Shandy”), el cine de época (“Jude”), el bélico (“Welcome to Sarajevo”), la ciencia ficción (“Código 46”), el cine de denuncia (“In this world”), el pseudo-documental (“Camino a Guantanamo”), el musical (“24 hour party people”) y hasta con el porno suave (“9 songs”).
“Génova” es un desgarrador drama familiar en el que la superación del dolor, el sentimiento de culpa, el despertar sexual y el sacrificio hacen intermitentes apariciones en el devenir diario de un padre y sus dos hijas adolescentes tratando de empezar desde cero en la ciudad italiana de Génova. Los tres huyen de los recuerdos que quedaron en Chicago cuando un desafortunado e imprevisto accidente segó la vida de Marianne (Hope Davis), dejando huérfanas a Kelly (Willa Holland) y Mary (Perla Haney-Jardine) y viudo a Joe (Colin Firth).
Los tres afrontan la pérdida de modos muy diferentes, Joe decidiendo que el mejor modo de distanciarse de los hechos es comenzando una nueva vida en un nuevo continente, acepta un puesto como profesor y sus clases y las obligaciones paternas ocupan casi todo su tiempo. Joe se debate también entre las atenciones de dos mujeres, una vieja amiga de su época estudiantil, Barbara (Catherine Keener), y una de sus jóvenes alumnas. Aunque sus hórmonas están despertando se siente halagado y sobrepasado a partes iguales.
Por su parte Kelly, la hermana mayor, deambula por los ambientes nocturnos en los cuales el consumo de sustancias alucinógenas y el sexo fácil están a la orden del día. Sufre un fuerte distanciamiento hacía Mary al considerarla la causante de sus males – su cambio radical de vida – y por el control a que le somete – que provoca su asfixia -. Mary, la pequeña, sufre el peso de la culpabilidad – su imprudencia fue la causante de la muerte de Marianne – y despierta cada noche llorando inconsolablemente y gritando su nombre.
Winterbottom introduce entonces un giro inesperado cuando el fantasma de Marianne empieza a aparecerse a su hija pequeña, pero lo hace de un modo natural, huyendo del tenebrismo y persiguiendo que el relato por ello no caiga en la incredulidad. El fantasma de Marianne guía de manera poética los pasos de Mary hacía la liberación de su conciencia. Es en estos momentos cuando el recorrido turístico por Génova se pierde en su lado menos amable, ese entramado de callejuelas oscuras y amenazantes en las que el virtuosismo de la cámara de Winterbottom logra captar cada detalle por insignificante que parezca. Esos solitarios paseos son un alarde de montaje y planificación y traen a la memoria los paseos de “Wonderland” en los que la genial partitura de Michael Nyman magnificaban la soledad y el desánimo de sus personajes. En esta ocasión es la debutante Melissa Parmenter la encargada de ese cometido y el resultado es encomiable.
Rodada en Italia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos durante el verano de 2007, Winterbottom ha sabido rodearse de un acertado reparto, encabezado por un Colin Firth, que a pesar de no ser fruto de mi devoción realiza una de sus actuaciones más contenidas y convincentes. Firth compatibilizó los rodajes de “Génova” y “Mamma mia!” sin morir en el intento. Catherine Keener siempre suele estar maravillosa y aquí no es una excepción, tiene a su cargo la mejor frase cuando intenta explicarle a Mary su idea de la muerte: “yo creo que la gente permanece viva en los recuerdos de los demás”. Hope Davis (“Próxima parada Wonderland”, “Arlington road”, “A propósito de Schmidt”) no ha tenido la suerte que merece, a pesar de contar con una interesante filmografía, y sigue siendo uno de los tantos rostros sin nombre del cine independiente americano. El descubrimiento del film es sin duda el de Willa Holland (de las series “O.C.” y Gossip girl”), una belleza de 17 años a la que no es difícil augurle un próspero futuro, sin olvidarnos de Perla Haney-Jardine, una jovencísima actriz ya vista en “Kill Bill 2”, “Dark water” y “Spiderman 3”, que se encarga del personaje más torturado de todos, el de Mary.
Es toda una sorpresa cuando una historia tan mínima y simple como ésta, con una crítica (como ya he dicho) tan discreta consigue unos resultados tan brillantes, mucha culpa de ello la tienen la sensibilidad, la sutileza, la curiosidad y la improvisación a la hora de rodar de Winterbottom, la mágica luz de Italia canalizada por Marcel Zyskind, el elaborado montaje de Paul Monaghan, el empleo ejemplar de la música compuesta por Parmenter, todo un reparto bien seleccionado y mejor dirigido, y un guión escrito a dos manos por Winterbottom y Lawrence Coriat (con el que curiosamente ya escribió “Wonderland”), conmovedor pero sin caer en la sensiblero.
Tan importante es lo que se cuenta como el modo en que se cuenta, y en lo segundo Winterbottom es todo un maestro. “Génova” no es su film más arriesgado, ni el más combativo, quizás tampoco el más inspirado, pero sí uno de los más sinceros y emotivos que ha rodado hasta la fecha que entrará por méritos própios entre lo más destacado de su basta producción.
martes, 19 de mayo de 2009
X-Men orígenes: Lobezno
El cierre de la trilogía no lo pudo completar Singer por coincidencia de fechas con su malogrado proyecto “Superman returns” (2006), cuyo fracaso ha imposibilitado su continuidad. El impersonal Brett Ratner (“Hora punta 2”, “El dragón rojo”) fue el elegido para dirigir la tercera parte de X-Men, titulada simplemente “X-Men: La decisión final” (2006). Las reacciones no se hicieron esperar, fue tachada de inmediato como de indigna de sus predecesoras, pero sin embargo el público la convirtió en la más taquillera de toda la trilogía. El espíritu y el respeto que había demostrado Singer se había esfumado en manos de Ratner.
Era lógico que Hugh Jackman recuperara a un personaje al que tanto le debe, y que además siendo tan lucrativo se reservara funciones de productor. Él mismo se encargó de tantear a los anteriores directores, decidiéndose inexplicablemente por el sudafricano Gavin Hood, ganador del Oscar por “Tsotsi”, que debutó discretamente en el cine americano con “Expediente Anwar”. Precisamente fue la primera y no la segunda película la que convenció al ahora todopoderoso Jackman de tener delante de sus narices al director perfecto.
La selección de los actores también fue intensa. Olvidándose de Tyler Mane que le encarnó en la primera parte de la trilogía, Liv Schreiber fue el elegido para encarnar a Víctor Creed/Dientes de sable por cuestiones puramente interpretativas, porque lo que es físicas no parecía la opción más lógica, de todos modos el problema se solucionó cubriendo a Dientes de sable con una capa negra que no deja ver más que sus manos; lo mismo ocurrió con el personaje de William Striker, interpretado en “X-Men 2” por Brian Cox e interesado en retomarlo, fue sustituido por un actor mucho menos carismático, Danny Huston; Ryan Reynolds que en un principio solo iba a hacer un cameo se encargó de Masacre; Dominic Monaghan (“El señor de los anillos”, “Perdidos”) tiene un breve papel como Pico; el canadiense Taylor Kitsch (salido de la serie “Friday night lights”) recrea a un personaje de mucha importancia en los comics y de marcada ambigüedad, Gambito; Kevin Durand (ahora en el “Robin Hood”, de Ridley Scott), es La Mole; la guapa Lynn Collins (descubierta en la serie “True blood”) como Kayla Silverfox y el cantante Will.I.Am (de los “Black Eyed Peas”), que por alguna extraña razón ha decidido probar suerte en la interpretación con este film, sin mucho éxito, todo hay que decirlo. Will.I.Am tiene a su cargo un papel no muy extenso, el de Espectro.
Rodada casi integramente en Australia y Nueva Zelanda (para abaratar costes y por proximidad familiar del productor, supongo) entre enero y mayo de 2008, “Lobezno” ha puesto de triste actualidad la problemática que supone la piratería para los grandes estudios (en este caso para la Fox y la Marvel que unieron fuerzas en este proyecto), la dificultad que supone combatirla y evitarla (cuando el enemigo suele estar siempre en la propia casa) y las consecuencias económicas que tiene como resultado. Un mes antes de su estreno mundial ya circulaban por internet copias primerizas de “Lobezno”, sin banda sonora y con una post-producción inconclusa; batió todos los records de descargas en pocos días y en contra de lo que podría esperarse, este revés no afectó una carrera comercial iniciada con unos prometedores 78 millones de dólares en su estreno USA. Parece ser que el causante de esta zancadilla fue un miembro de una de las empresas contratadas para generar efectos visuales, bastante contrariado por la poca importancia que pensaban darle en los títulos de crédito.
“Lobezno” trata de discernir todas las lagunas mentales que el propio personaje sufría durante toda la trilogía anterior. Esas nebulosas insinuadas y ese pasado tímidamente explicado en “X-Men 2” de la mano del Striker (con cara de Brian Cox) ahora son la razón de ser del film que hoy nos ocupa. El pasado de Lobezno se remonta a finales del siglo XIX, allí somos testigos de su infancia marcada junto a su hermanastro (¿?) Victor Creed, del infortunio familiar que les obliga a huír, de los grandes conflictos bélicos del siglo XX a los que sobreviven (en sus magistrales títulos de crédito), de su inmersión en un proyecto un tanto oscuro llamado “Team X”, de su transformación en mortales enemigos, de su rutinaria y almibarada vida como leñador enamorado (¿?), de su conversión en la bestia con esqueleto de adamantium que todos conocemos para consumar una venganza, de la búsqueda de otros carismáticos mutantes como Gambito, … y así hasta llegar al nexo común con la primera, la escuela de jóvenes mutantes del Profesor Xavier (con cameo incluido de Patrick Stewart).
El principal problema con el que cuenta “Lobezno” es haberse propuesto ampliar su público y no limitarse a contar únicamente con los admiradores de los comics ni de la trilogía de los “X-Men”, es por este motivo que traiciona las fuentes con tal de conseguir un mayor impacto, y que decida potenciar la expectacularidad del film en detrimento de esa parte dramática y torturada que en otros films si evidenciaban los mutantes y que les hacía por ello mucho más creíbles dentro de su propia irrealidad. Durante 2 horas se suceden una tras otra las peleas, cada vez más espectaculares, convenientemente coreografiadas, convenientemente ralentizadas, y cuando te quieres dar cuenta el film ha terminado dejándote una sensación de absoluta indiferencia (ni malestar, ni emoción), y esa es la peor suerte que puede correr un film.
“Lobezno” no es por tanto la digna sucesora del espíritu que impregnaron los dos films de Bryan Singer, tampoco es una basura como muchos la calificarán. Quedará como un previsible espectáculo de fuegos artificiales para incondicionales con un Hugh Jackman cuya galería gestual se ve reducida a la mínima expresión, Jackman confía en que con un arqueo de cejas cualquier sentimiento puede expresarse.
domingo, 17 de mayo de 2009
DUELO DE TITANES EN CANNES
jueves, 14 de mayo de 2009
UNA PATATA CALIENTE LLAMADA SAM WORTHINGTON
LA OTRA CARA DEL ÉXITO (IV)
Queens, Nueva York (USA), el 24 de junio de 1966
Manhattan, Nueva York (USA), el 1 de noviembre de 2006
Actriz, guionista y directora neoyorquina con cierto parecido físico a Rosanna Arquette, debutó en el cine de la mano del independiente y hoy casi olvidado Hal Hartley con “La increíble verdad” (1989) y “Confía en mi” (1990). Una vez que el director dejó de contar con ella, Adrienne dio bandazos, yendo de la comedia tonta - “Linda, loca y peligrosa” (1993) – al cine de acción de serie B - “Sin escrúpulos” (1994) - , pasando por el cine indie descafeinado - “Duerme conmigo” (1994) y “Grind” (1997) -. Fue entonces cuando Adrienne asumió que sí quería volver a tener buenos papeles tendría que escribirlos ella misma. Inicia así una segunda etapa en su carrera como directora, guionista y actriz secundaria de sus propios trabajos, que pese a no contar con una buena distribución le dieron prestigio a fuerza de recorrer festivales. Los cortos “Urban legend” (1994) y “Lois lives a little” (1997) fueron sus primeras tentativas, posteriormente Shelly consiguió levantar no sin esfuerzo 3 largometrajes: “Sudden Manhattan” (1997), “I’ll take you there” (1999), y “La camarera” (2007), la única que ha llegado a nuestras pantallas aunque de manera tardía y póstuma. Uno de sus últimos títulos de interés fue “Factotum” (2005), en un brevísimo papel.
Adrienne Shelley no llegó a conocer que su último y mejor trabajo como directora, “La camarera”, fue seleccionada para participar en el Festival de Sundance, tuvo una buena crítica y gozó de la distribución que siempre había soñado para su films, porque en noviembre de 2006 apareció ahorcada en su oficina de Manhattan.
Estaba felizmente casada, tenía una hija de 3 años y empezaba a ser reconocida en su profesión, ¿qué motivos podría tener para querer morir?. No tenía ninguno, como demostró la posterior investigación policial, aquel día de noviembre de 2006 Adrienne sorprendió con las manos en la masa al inmigrante ecuatoriano Diego Pillco - que trabaja como obrero en las reformas del edificio en donde Adrianne tenía su oficina – robándole la cartera. Éste la golpeó contundentemente, creyó haberla matado y fingió entonces el suicidio. La autopsia reveló entonces que Adrienne murió de asfixia y no del golpe que el inmigrante le había propinado. Diego Pillco no consiguió la pena de muerte que había solicitado, ahora cumple una condena de 25 años.
miércoles, 13 de mayo de 2009
LA OTRA CARA DEL ÉXITO (III)
Brantford, Ontario (Canadá), el 24 de septiembre de 1948
Encino, California (USA), el 28 de mayo de 1998
Era un absoluto desconocido antes de que los productores del “Saturday Night Live” – la mayor cantera de cómicos americana de los últimos 35 años en la que se dieron a conocer entre otros muchos John Belushi, Dan Aykroyd, Bill Murray, Chevy Chase, Billy Crystal, Andy Kaufman, Steve Martin, Martin Short, Eddie Murphy, Adam Sandler, Ben Stiller, Will Ferrell, Mike Myers, Rob Schneider o Steve Carell – decidiera contratarle, allí permaneció la friolera de 9 temporadas (1985-1994) y se hizo popular por sus imitaciones y por sus salidas de tono. Esta popularidad en ciernes le facilitó apariciones episódicas en series como “Magnum”, “Nido vacío” y “Parker Lewis nunca pierde”, y papeles muy secundarios en comedias como “Cita a ciegas”, “Tres amigos”, “Jumpin’ Jack Flash”, “Amazonas en la luna”, “Los caraconos” y “Los codiciosos”, junto a un mito viviente del cine como Kirk Douglas.
Abandonó el famoso programa de humor para encargarse de un papel fijo en la sitcom “NewsRadio” en la que encarnó durante cuatro temporadas al locutor Bill McNeal. La última temporada de la serie de situación tendría que prescindir de él por caprichos del destino.
Con mucho rodaje en el campo del doblaje tuvo una participación más que destacable en “Los Simpson”, en la que se hizo cargo de varios de sus personajes y su aparición en pantalla ganó en importancia en sus últimos trabajos: “Sargento Bilko” (junto a Steve Martin), “Un padre en apuros” (junto a Arnold Schwarzenegger) y “Pequeños guerreros”.
La popularidad creciente de Hartman se contradecía con una vida personal marcada por el fracaso de sus matrimonios, casado en terceras nupcias con Brynn Omdahl – 10 años más joven que él – que le dio sus dos únicos hijos. Brynn era una mujer celosa que sufría depresiones desde hacía tiempo, tras una acalorada discusión, una Brynn atiborrada de antidepresivos le voló de un tiro a bocajarro la cabeza a Phil mientras éste dormía. Cuando la policía llegaba a la escena del crimen y aprovechando la confusión del momento, Brynn se suicidó del mismo modo. El vecindario y sus más estrechas amistades siempre vieron a Phil y Brynn como un ejemplo palpable de felicidad y sensatez.
domingo, 10 de mayo de 2009
RECORDANDO A JOHN CAZALE
jueves, 7 de mayo de 2009
RIDLEY SCOTT ACTUALIZA LA LEYENDA DE "ROBIN HOOD"
La sombra del poder
“La sombra del poder” no alcanza la categoría de los films antes citados, se trata de un film simplemente digno, perjudicado por una duración excesiva – que desluce el último tercio - , un final que se antoja predecible y alguna actuación claramente insuficiente.
Un equipo de tres guionistas: Matthew Michael Carnahan (“Leones por corderos”), Billy Ray (“Sospechoso cero”) y Tony Gilroy (“Michael Clayton”), no ha sabido condersar todas las tramas y subtramas de la miniserie de 6 horas de la BBC “State of play”, ni hacer una creación convincente de sus personajes principales; el periodista Cal McAffrey (Russell Crowe) y el congresista Stephen Collins (Ben Affleck) son amigos desde la infancia, pero esta amistad ni está explicada ni justificada. Resulta difícil creer que se pueda mantener una amistad entre dos personas de círculos tan diferentes, y que para refugiarse de un escándalo que puede salpicarle el congresista se refugie en la casa de un reportero de un periódico sensacionalista, que para más inri mantuvo una aventura con su mujer… es como meterse en la boca del lobo.
La carta de presentación del director escocés Kevin MacDonald fue el documental “One day in September” (1999), centrado en el atentado terrorista de los juegos olímpicos de Munich en 1972, que le brindaría un merecido Oscar por un trabajo de documentación e investigación muy elaborado. Después llegarían otros documentales “Being Mick” (2001), centrado en la figura de Mick Jagger, y “Touching the void” (2003), que narra la odisea de dos montañeros por alcanzar un remoto pico en los andes. “El último Rey de Escocia” (2006), centrado en el brutal regimen que en Uganda instauró en los años 70 Idi Amin, fue su primer film propiamente dicho cuyo éxito le aupó a otra categoría.
“La sombra del poder” llega relativamente pronto, se rodó hace un año escaso tras sufrir las espantadas de Brad Pitt y Edward Norton, que serían sustituidos respectivamente por Crowe y Affleck. Al proyecto se sumó toda una nómina de estupendos actores: Rachel McAdams, Hellen Mirren, Robin Wright Penn, Viola Davis, Jason Bateman y un recuperado Jeff Daniels, visto recientemente en “Traidor”. Un reparto impresionante para un film que termina por no cumplir todas sus expectativas, resultando aburrido, por momentos soporífero.
La trama es compleja, la resolución final no tanto. El robo de un maletín se ve saldado con el asesinato del ladrón y con el intento frustrado de asesinato de un testigo – un repartidor de pizzas que accidentalmente pasaba por allí -. Casi al mismo tiempo Sonia Baker (Maria Thayer) es empujada a las vías del tren por un psicópata, Sonia era la ayudante del Congresista Stephen Collins (Ben Affleck), al comunicar la noticia a la prensa sus lágrimas destapan algo más que una relación laboral. Esto provoca la vergüenza pública de su mujer Anne (Robin Wright Penn) que en un acto modélicamente conservador a lo Hillary Clinton da la cara para apoyar a su marido. En el lado opuesto está el mejor amigo de Collins, un curtido reportero de un períodico local, Cal McAffrey (Russell Crowe) que sigue la noticia con cautela hasta que la aparición de unas pruebas que vínculan ambos asesinatos hace que la editora jefa (Helen Mirren) vea ahí un excelente titular para elevar las ventas, y asocia al perro viejo de McAffrey con la joven Della Frye (Rachel McAdams), la inexperta pero combativa responsable de un blog de la página virtual del diario. Los diversos testimonios que obtengan serán clave para la resolución de una trama oscura en la que mucha gente poderosa podría estar implicada, incluido su amigo Congresista.
Lastima que una propuesta tan estimulante, un reparto excelente (en el que como siempre Affleck pone la nota más baja) se vea entorpecido por un desarrollo y una resolución tan deslucida. Un quiero y no puedo, será mejor recuperar la serie televisiva de David Yates para tener una visión más amplía de la historia, aprovechando que se edita el próximo 20 de mayo bajo el mismo título, “La sombra del poder”.