miércoles, 23 de julio de 2008

La familia Savages

Siempre es una grata sorpresa descubrir que un film aparentemente pequeño puede aguantar en cartelera casi 4 meses después de su estreno debido a sus excelentes críticas y a ser considerada por muchos como una de las películas americanas del año. Después de quedarme con las ganas he podido ver “La familia Savages” en la única sala en que se proyecta en todo Madrid (y aún con bastante éxito).
La casi debutante Tamara Jenkins (con solo un largo en su haber, la aquí inédita “Slums of Beverly Hills”, que estrenó hace ahora una década) ha conseguido que este modesto film se convierta en una maravillosa sorpresa. La pregunta es ¿a que se ha dedicado Tamara en estos diez años?, pues ha hecho un corto, pequeñas figuraciones como actriz, ha cuidado a sus ancianos padres, ha observado las rutinas de su existencia y ha madurado lentamente un maravilloso guión que tiene mucho de autobiográfico.

El personaje de Laura Linney podría ser un vivo reflejo de su directora y guionista, Laura es Wendy es una fracasada dramaturga que no ha conseguido ser publicada ni obtener financiación para ningún montaje, se mantiene trabajando en una gris oficina y malgastando su ya no tan joven vida en una relación sin ningún futuro con un hombre casado, del que por miedo o dependencia no puede desprenderse. Su hermano mayor Jon es un profesor cada día más desencantado que tiene una vida sentimental no mucho mejor que la de su hermana, tiene aversión al compromiso, comparte su vida con una mujer polaca a la que le expira el visado y Jon no tiene muy claro que quiera casarse para arreglar esta situación. Los dos hermanos, algo distanciados en los últimos tiempos vivieron una infancia traumática, y ahora se ven condenados a convivir y a entenderse cuando tienen que responsabilizarse de su progenitor Lenny, el padre con el que nunca contaron, cuando este sufre demencia y tienen que acompañarle en sus últimos momentos. Jon y Wendy a pesar de no sentir ningún apego ni sentimiento hacia su anciano padre deciden no escurrir el bulto.

Maravilloso film cargado de amargura y de realismo en el que se recapacita sobre lo que supone envejecer y sobre vivir una vida alejada de la perfección, la directora parecer decirnos que cualquier vida merece ser vivida por muy gris que parezca porque siempre, en cualquier momento, se puede abrir una puerta o una ventana. Se presta especial atención a los detalles, a la excelente definición de sus personajes, en un guión ajeno a lugares comunes y situaciones forzadas metidas con calzador. Laura Linney y Philip Seymour Hoffman se consolidan como los mejores actores del cine indie americano, a ellos se les une el veterano Philip Bosco como el demenciado padre de los hermanos. El film viene producido por Alexander Payne y el tono del mismo no es muy distinto a trabajos suyos como “A propósito de Schimdt” o su segmento para “Paris je t’aime”, con esa amarga mezcla de melancolía y soledad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Francamente, no esta mal esta película. Sobre todo por la actuación de los dos hermanos (Hoffman otra vez genial, ella algo menos). Pero me da la sensación de que el cine independiente norteamericano está empezando a acomodarse en este tipo de dramas sociales salpimentados con toques de humor. Juno, Lost in taslation, Transamerica, Little Miss Sunshine... todas buenas películas desde elpunto de vista técnico; pero con un regustillo a mensaje de nuevo socialismo realista en plan Loach que, personalmente, me huele a eso que es más oloroso cada vez que se remueve. Vamos, que no se es más crítico por agitar más conciencias. Incluso, se puede correr el riesgo caer en la vacuidad a fuerza de cansar a la audiencia con comedias de sobremesa disfrazadas de film inteligente, más o menos entretenidas. Pero bueno, es solo mi opinión...

Uf! Qué poco me falta para irme de vacaciones, je je...
Un saludo!

Kasker dijo...

Gracias por un comentario tan amplio y matizado. Estoy de acuerdo contigo en q Hollywood ahora está abusando del éxito de las tragicomedias con familias desestructuradas como protagonistas. Esta familia más q desestructurada está del todo rota y no creo q esta en concreto trate de hacer crítica de ningun tipo, es más bien un reflejo de la dura realidad de lo q supone madurar y de lo q supone envejecer y lo dificil q es hacer una cosa y asumir la otra.
Yo he disfrutado bastante de la historia de su forma de contarla y sobre todo de sus actores.

Un saludo.