lunes, 28 de enero de 2008

Hacia rutas salvajes


Que Sean Penn es uno de los intérpretes más interesantes y carismáticos del panorama internacional no sorprende ya a nadie, pero hay que reconocer que se está labrando una carrera como director igual de digna, superándose con cada nuevo trabajo. "Hacía rutas salvajes" es ya su cuarto largometraje, tras "Extraño vínculo de sangre" (1991), "Cruzando la oscuridad" (1995) y la muy reinvindicable "El juramento" (2001), y es su trabajo más logrado.
Sean Penn se enamoró de esta historia desde que leyó en enero de 1993 un artículo en la revista "Outside" titulado "Death of an innocent", escrito por el alpinista aficionado al periodismo Jon Krakauer, relataba los últimos 2 años en la vida de un prometedor joven que tras licenciarse, donó todo su dinero a una asociación benéfica y se lanzó a una aventura tan singular como dramática: alejarse de las restricciones y exigencias de la sociedad para adentrarse en la libertad que ofrece la naturaleza. Krakauer decidió posteriormente recorrer el camino que hizo en este tiempo Christopher McCandless y entrevistar a todas las personas que se cruzaron a su paso. El resultado fue un libro superventas llamado "Into the wild" del que bebe precisamente este film, aunque modificando la desolación y la depresión que puebla los párrafos del libro por una oda sobre las ansias de vivir y de realizar los sueños más allá de lo humanamente posible.
La historia contada por la hermana del protagonista, nos lleva desde la graduación de Christopher con la presentación de su castrador padre (el siempre magnífico William Hurt) cuyo secreto marcó la vida de ambos hermanos, y de una madre totalmente anulada por la fuerte personalidad del cabeza de familia (Marcia Gay Harden, con la que Penn ya compartió unas inolvidable escenas en "Mystic river"), pasando por itinerante viaje (el lago Mead, en California, el río Colorado, al norte de México, Los Ángeles, Las Vegas, el estado de Oregón, Salton Sea, San Diego y Fairbanks) hasta el trágico desenlace en Alaska (el ansiado sueño de Christopher). Lo mejor de la película es el viaje fisico e interior del protagonista (un actor a tener en cuenta, Emile Hirsch) y la galería de personajes con los que se topa y a los que de un modo u otro, con su filosofía de vida, les cambia la suya propia: una pareja de hippies (Brian Dierker y Catherine Keener), un granjero alcohólico (Vince Vaughn), una adolescente liberada (Kristen Stewart, la que fuera hija de Jodie Foster en "La habitación del pánico") y un solitario viudo (Hal Holbrook, un veterano actor que con 82 años ha conseguido su primera candidatura al Oscar), al que Christopher le da, a pesar de su juventud, lecciones para vivir plenamente.
"Si quieres algo en la vida, ve a por ello", fue una de los muchas consejos de un joven obsesionado con libros de Jack London y Leon Tolstoi.
La música de Eddie Vedder además te cautiva en temas como "No ceiling", "Hard sun", "Society" o "Guaranteed".

No dejes pasar la oportunidad de vivir una experiencia tan intensa como es "Hacía rutas salvajes".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravillosa película. Hace tiempo que no salía tan convencida del cine. 2 horas y media que pasan volando. Una vez más, magnífica historia de Sean Penn, y como decís, muy a tener en cuenta el protagonista.

Anónimo dijo...

Sin lugar a dudas, la mejor película del 2007. Sean Penn, además del mejor actor de su generación, es un director como la copa de un pino. No necesita de alardes ni mucho dinero para mostrarnos como el cine se puede mostrar sin ningún artificio pero con una maestría a la altura de los grandes cineastas de todos los tiempos y es mucho decir para un director con su corta carrera. Sólo puedo decir que Sean Penn es el CINE con mayúsculas, y en esta obra maestra lo ha confirmado como un gran director.