
Michael Moore se convirtió en el azote del Presidente con peor prensa desde Nixon, en el encargado de dilapidar el prestigio del Presidente de la Sociedad del rifle hasta verlo convertido en el actor más fascista y odiado del viejo Hollywood, en el documentalista más mediático y con más ansias de acaparar minutos en pantalla, y en escritor de best sellers (“Estúpidos hombres blancos”, “¿Qué han hecho con mi país, tío?”) de denuncia que servían de complemento ideal para esos films que tenían siempre la intención de poner el dedo en la llaga.

En “Bowling for Columbine” (2002) criticaba a la industria armamentística y denunciaba el preocupante aumento de la violencia infantil, con la matanza del Instituto Columbine como ejemplo principal. El Oscar que recibió como mejor documental del año se encargó de que se viera en casi todo el mundo con un éxito más que considerable.

Ahora que no todos sus libros se traducen a nuestra lengua y que sus films tardan la friolera de dos años en estrenarse, motivados como es lógico por la debacle comercial de su estreno americano, nos llega su penúltimo esfuerzo por agitar las conciencias de sus conciudadanos planetarios con “Sicko” (2007) en la que tiene por diana el polémico sistema sanitario americano que deja sin covertura médica a gran parte de la población; “¿Cómo el país más rico y poderoso del mundo cuenta con una sanidad tan pobre?”, ahí queda la pregunta. No cabe duda de que los testimonios en él expresados serán terroríficos pero la tardanza de su estreno pone en entredicho la actualidad de los mismos con la consabida reforma sanitaria que Obama ha utilizado como poderosa arma electoral.
El poder de convocatoria de Moore ha mermado – aún tiene otro título pendiente, “Captain Mike across America” (2007) sobre las polémicas elecciones que enfrentaron a Bush (¿Cómo no?) y a Kerry en el 2004 – y su imagen pública está muy deteriorada – es vox populi las cifras astronómicas que reclama por conferencia, algo contradictorio de alguien tan concienciado que defiende los derechos y denuncia las desigualdades – pero “Sicko” merecerá una valoración y un visionado ajeno a pre-juicios.
Mientras Michael Moore arde en las llamas de su propio éxito la carcajada de Charlton Heston resuena desde el infierno.
“Sicko” se estrena el 30 de abril.
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