miércoles, 28 de octubre de 2009

PAUL W.S. ANDERSON, EL TERRIBLE

Cualquier película en la que figure el nombre de Paul W.S. Anderson en cualquiera de sus facetas, director, productor o guionista, es para salir huyendo. Me explico, el director británico anteriormente conocido como Paul Anderson por difícil que sea de creer es el mismo que en 1994 firmó un estimable y prometedor debút, "Shopping" (1994), rodado en su país de origen que además sirvió para lanzar a unos jovenes Jude Law y Sadie Frost. El problema vino después cuando decidió hipotecar su talento a cambio de trabajar en Hollywood iniciando una de las carreras más terribles que se recuerdan.

Anderson se ha especializado en films de ciencia ficción y en adaptaciones a la gran pantalla de populares videojuegos. "Mortal Kombat" (1995) fue su puesta de largo en la gran industria y la confirmación de que Anderson no era el realizador independiente y prometedor que muchos creyeron ver. "Horizonte final" (1997) fue un torpe intento de combinar ciencia ficción y terror sin ningún éxito en ninguna de sus dos vertientes. "Soldier" (1998) era un film de acción y ciencia ficción al servicio de un trasnochado Kurt Russell que carecía de ningún interés. Con la trilogía de "Resident evil" (hay rumores de que pronto será cuadrilogía) Anderson no sólo se llenó el bolsillo sino que también llenó el corazón, en este rodaje conoció a la que hoy es su mujer, la actriz ucraniana Milla Jovovich.

En realidad Anderson sólo dirigió la primera de las entregas en 2002, de las secuelas: "Resident evil: Apocalipsis" (2004) y "Resident evil: Extinción" (2007) se encargaron otros, limitándose a firmar los bochornosos guiones. Su obsesión por una de las cimas de la ciencia ficción, "Alien, el octavo pasajero" (1979) - algo no complicado de imaginar después de visionar "Horizonte final" - le llevó a desempolvar la franquicia en pleno siglo XXI para enfrentarla con otra no menos popular, "Aliens contra Predator" (2004) fue un éxito tal que propició una secuela. Finalmente su último atentado contra el público fue "La carrera de la muerte" (2008), una remake de un film de culto de los 70 protagonizado por David Carradine y un desconocido Sylvester Stallone, "La carrera de la muerte del año 2000".

En su labor como productor tampoco ha tenido mucho más tino, "The dark" (2005), "D.O.A: Dead or alive" (2006) y ahora "Pandorum" (2009), un film de ciencia ficción firmado por Christian Alvart - de quien recientemente se estrenó "Expediente 39" - pero que perfectamente podría haber firmado él. Dennis Quaid es el encargado de encabezar el reparto y me temo que este año con este film y con "G.I. Joe" tampoco se llevará el Oscar.

Paul W.S. Anderson se vendió al vil metal, sus films son claros vehículos comerciales que no requieren ni un 1% del intelecto y son un gratuito espectáculo pirotécnico. Por todo ello me he tomado la libertad de darles un consejo: si ven su nombre escrito en algún cartel, no lo duden, salgan corriendo.

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