sábado, 4 de octubre de 2008

Asesinato justo

Sabido es por todos que aunque Robert de Niro y Al Pacino tenían dos películas comunes, apenas habían compartido un par de escenas en una de ellas, por ello era motivo de alegría saber que en esta especie de “Buddy movie” que es “Asesinato justo” actuarían codo con codo y compartirían conjuntamente la mayoría de planos. La alegría empieza y termina aquí, porque a diferencia de los otros dos filmes precedentes, “El padrino 2ª parte” y “Heat”, aquí el encargado de dirigirla no es otro cineasta del talento de Francis Ford Coppola o Michael Mann, sino más bien un mediocre artesano con muy poco estilo y oficio, su filmografía le avala: “Tomates verdes fritos”, “La guerra”, “Intimo y personal”, “El laberinto rojo” y “88 minutos”, ese desastre que no pudo ni salvar ni la presencia de Al Pacino. Hablo, en efecto, de Jon Avnet.
Sorprende ver que el guión de “Asesinato justo” viene firmado por Russell Gewirtz (quien creara los sólidos cimientos que sustentan ese maravilloso film de Spike Lee que es “Plan oculto” y que ahora anuncia secuela), y que no puede ser más tópico, más carente de cualquier sorpresa y originalidad. Los personajes son tan planos y unidimensionales que ni siquiera actores tan experimentados como de Niro y Pacino pueden hacer nada por salvarlos, los diálogos carentes de cualquier chispa, escenas como la detención del personaje de 50 Cent son de vergüenza ajena y la trama está tan mal contada que a la media hora se intuye lo que se suponía que sería “la gran sorpresa final”. Quien busque una buena historia policiaca o de investigación será mejor que se ponga cualquier capitulo de “CSI”, “24” o “The shield”. La factura de hecho es la de un telefilme, de lujo ¡claro!, porque ha costado 60 millones de dólares y ese dineral no se refleja en ninguna parte, tan solo en las suculentas cuentas corrientes de de Niro y Pacino, en otro de sus habituales trabajos alimenticios.
La banda sonora es obra del ex-teclista de Bryan Adams, Edward Shearmur, que factura scores como churros (hasta se atrevió con “Epic movie”), ya musicó la anterior “joya” de Jon Avnet, “88 minutos” y cuya creación más destacable quizás sea la de “K-Pax”; la luz la pone el francés Denis Lenoir (“Carrington”, “El viejo que leía novelas de amor”).
Como dije es un gusto volver a ver en pantalla grande a Brian Dennehy, pero… ¿no teníamos suficiente con un inexpresivo Wahlberg, para que ahora tengamos dos?. A Donnie (hermano mayor de Mark) ya le habíamos podido ver en “Saw II” y en “Silencio desde el mal”.
John Leguizamo en “El incidente” podía parecer un actor, aquí acompañado de dos monstruos como de Niro y Pacino, no. El reparto se completa con el rapero 50 Cent y con la bella Carla Gugino, en un personaje que roza el sadomasoquismo.
Seguramente con otro director otro gallo habría cantado, incluso si se hubiese puesto de Niro manos a la obra habría sacado más provecho (“Una historia del Bronx” y “El buen pastor” están a años luz del filme que hoy nos ocupa).
En definitiva, esta mediocridad está reservada a incondicionales de sus dos protagonistas, porque al resto les sucederán lo mismo que a mí, que saldrán de la sala sintiéndose estafados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo a esta le tengo ganas... Pacino es uno de mis actores preferidos, sólo por eso.

Saludos!

Kasker dijo...

Te puedo garantizar q por mucha admiración q sientas hacia Al Pacino te sentirás francamente decepcionada con la mediocridad del film, está vacio, hueco, sin estilo ni ideas. Eso sí Al Pacino al menos se ha esforzado más en darle un poco de consistencia a un papel tan insulso, cosa q de Niro ni se ha molestado en hacer, tan solo se ha molestado en poner su galería de muecas una vez más.

Un saludo.