martes, 2 de septiembre de 2008

LAS PELÍCULAS DE MI VIDA (3ª PARTE)

EL HOMBRE QUE PUDO REINAR

Este clásico del cine de aventuras que dirigió John Huston forma ya parte de mí, está entre mis preferidas y seguramente entre las 5 primeras de la lista. Basado en un relato breve de Rudyard Kipling con el tema del colonialismo británico como eje central, el proyecto tardó en levantarse más de dos décadas, la idea de Huston era que Clark Gable y Humphrey Bogart fueran sus protagonistas, pero los dos murieron prematuramente; después se pensó en Burt Lancaster y Kira Douglas pero el proyecto no terminaba de prosperar; por último Huston les ofreció los papeles principales a la pareja de moda de los 70: Paul Newman y Robert Redford, pero Newman inteligentemente le sugirió al director que debería buscar actores británicos.
Huston con el buen ojo de casting que le caracterizaba dio con la pareja más adecuada que se pueda imaginar para interpretar a los militares mercenarios Danny Dravot y Peachy Carnehan, Sean Connery y Michael Caine, que dieron un recital interpretativo (Connery sigue considerando “El hombre que pudo reinar” como el preferido de toda su carrera), secundados por Christopher Plummer como el propio autor del relato Kipling, el indio Saeed Jaffrey (después visto en “Mi hermosa lavanderia”) y Shakira Caine, la bella y exótica mujer de Michael como Roxanne, la desencadenante de la debacle de esta aventura “bigger than life”.

El guión del film lo escribió el propio Huston con la ayuda de su asistente Gladys Hill (quien también compartió la autoría de “Reflejos de un ojo dorado” y “La carta del Kremlin”), la música fue obra del gran Maurice Jarre, la fotografía de Oswald Morris que hizo inmortales todos los exteriores rodados en Marruecos (que simulaba ser Kafiristán, estaba al nordeste de Afganistán y durante mucho tiempo se le denominó El Reino sin Rey), los interiores se completaron en los famosos estudios Pinewood, en Inglaterra.
Es una vergüenza que una película se tuviera que conformar con 4 nominaciones menores a los Oscar (una prueba más de la poca credibilidad y objetividad que tienen estos premios), mejor dirección artística, mejor vestuario, mejor montaje y mejor guión adaptado. De todos modos ese año lo tenía complicado porque ganó “Alguien voló sobre el nido del cuco” (otra de mis debilidades, de la que algún día hablaré).
No quiero desvelar nada de su impactante nudo y sobrecogedor desenlace, tan solo os animo a que la disfrutéis si tenéis la oportunidad.


ARGUMENTO:
Danny Dravot y Peachy Carnehan son dos aventureros trotamundos en la India de 1880. Sobreviven gracias al contrabando de armas, de mercancías y otras dudosas actividades. Un día deciden hacer fortuna en el legendario reino de Kafiristán. Después de un duro viaje a través del Himalaya, alcanzan su meta justo a tiempo para hacer uso de su experiencia en el combate y salvar a un pueblo de sus asaltantes. Dravot será confundido entonces con la reencarnación de Alejandro Magno y convertido en un semidios para una comunidad religiosa, que le colmará de honores y riquezas.

EL HOMBRE QUE PUDO REINAR (“The man who would be King”).

1975. Allied Artists/Devon/Persky-Bright/Columbia. 129 min. Color.

Director: John Huston.
Productor: John Foreman.
Guión: John Huston y Gladys Hill.
Fotografía: Oswald Morris.
Dirección artística: Tony Inglis.
Sonido: Basil Fenton-Smith.
Montaje: Russell Lloyd.
Maquillaje: George Frost.
Intérpretes: Sean Connery (Danny Dravot), Michael Caine (Peachy Carnehan), Christopher Plummer (Rudyard Kipling), Saeed Jaffrey (Billy Fish), Albert Moses (Ghulam) y Shakira Caine (Roxanne).

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