COREY HAIM
Toronto, Ontario (Canadá), el 23 de diciembre de 1971
Burbank, California (USA), el 10 de marzo de 2010
Fue un ídolo de adolescentes durante la segunda mitad de la década de los 80. Nacido en Canadá, Corey debutó en la segunda temporada de la serie “The Edison twins” (1984-85), para a continuación ser contratado para encarnar al hijo pequeño de Teri Garr en un film de factura televisiva titulado “Un extraño en casa” (1984), en él madre e hijo sufrían el violento acoso de la nueva pareja de la madre, que tenía además el desconcertante rostro de Peter Weller. Después llegarían pequeños papeles en “Admiradora secreta” (1985), en el film de terror basado en una novela de Stephen King, “Miedo azul” (1985) y en “El romance de Murphy” (1985), encarnando al hijo de Sally Field. En “Lucas” (1986) ya era la cabeza de un reparto del que también formaban parte Charlie Sheen, Winona Ryder y Jeremy Piven, en ese film Haim daba vida a un joven algo retraido pero de enorme inteligencia. Después de protagonizar una fallida serie que aguantó tan sólo una temporada en antena, “Roomies” (1987), protagonizó la película más importante de su carrera por la que será siempre recordado, “Jóvenes ocultos” (1987), que se convertirá en un título de culto y en la lanzadera de toda una cantera de jovenes actores formada por Kiefer Sutherland, Jason Patric, Jamy Gertz y Corey Feldman, con quien mantendrá una estrecha amistad hasta el final de sus días.
“Proyecto: Terror” (1988), la simpática “Papá Cadillac” (1988) y “Una chica de ensueño” (1989) – las dos últimas junto a su amigo Corey Feldman – le mantienen por poco tiempo en el candelero. Con la llegada de la nueva década sus días de gloria empiezan a declinar y los papeles que le ofrecen no se salen de la mediocridad ni de los subproductos de serie B: “Dream machine” (1991), “Agente secreto juvenil” (1992) – junto a Brigitte Nielsen -, “Desmadre en la comisaría” (1994) – nuevamente junto a Feldman -, “Snowboard Academy” (1996) o “Demolition University” (1997).
Durante estos años arrastraba problemas de drogadicción y en 1997 reconoció publicamente estar en bancarrota, su situación no fue a mejor tras el vano intento junto a su buen amigo Corey Feldman de recuperar su éxito de antaño haciendo bochornosas secuelas de los mismos, “Una chica de ensueño 2” (1995) y “Jóvenes ocultos 2: Los vampiros del surf” (2008). Sus últimas apariciones fueron en un reality canadiense llamado “The two Coreys” – junto, ¡como no podía ser de otro modo!, a Feldman – y en un pequeño papel en el film de acción “Crank: Alto voltaje” (2009), que protagonizó Jason Statham y cuya presencia no fue el suficiente reclamo para que en nuestro país se estrenara en cines.
Cuando solo tenía 38 años apareció muerto en su apartamento junto a cuatro frascos de medicamentos, su rostro entonces distaba mucho del que encandiló a las jovencitas cuando contaba 17 años, le sobraba bastante peso y consumía – como el mismo reconoció en 2004 – marihuana y otras drogas con frecuencia. Corey Haim se había convertido después de estos acontecimientos en el último juguete roto de Hollywood de una larga, larga lista.
Toronto, Ontario (Canadá), el 23 de diciembre de 1971
Burbank, California (USA), el 10 de marzo de 2010
Fue un ídolo de adolescentes durante la segunda mitad de la década de los 80. Nacido en Canadá, Corey debutó en la segunda temporada de la serie “The Edison twins” (1984-85), para a continuación ser contratado para encarnar al hijo pequeño de Teri Garr en un film de factura televisiva titulado “Un extraño en casa” (1984), en él madre e hijo sufrían el violento acoso de la nueva pareja de la madre, que tenía además el desconcertante rostro de Peter Weller. Después llegarían pequeños papeles en “Admiradora secreta” (1985), en el film de terror basado en una novela de Stephen King, “Miedo azul” (1985) y en “El romance de Murphy” (1985), encarnando al hijo de Sally Field. En “Lucas” (1986) ya era la cabeza de un reparto del que también formaban parte Charlie Sheen, Winona Ryder y Jeremy Piven, en ese film Haim daba vida a un joven algo retraido pero de enorme inteligencia. Después de protagonizar una fallida serie que aguantó tan sólo una temporada en antena, “Roomies” (1987), protagonizó la película más importante de su carrera por la que será siempre recordado, “Jóvenes ocultos” (1987), que se convertirá en un título de culto y en la lanzadera de toda una cantera de jovenes actores formada por Kiefer Sutherland, Jason Patric, Jamy Gertz y Corey Feldman, con quien mantendrá una estrecha amistad hasta el final de sus días.
“Proyecto: Terror” (1988), la simpática “Papá Cadillac” (1988) y “Una chica de ensueño” (1989) – las dos últimas junto a su amigo Corey Feldman – le mantienen por poco tiempo en el candelero. Con la llegada de la nueva década sus días de gloria empiezan a declinar y los papeles que le ofrecen no se salen de la mediocridad ni de los subproductos de serie B: “Dream machine” (1991), “Agente secreto juvenil” (1992) – junto a Brigitte Nielsen -, “Desmadre en la comisaría” (1994) – nuevamente junto a Feldman -, “Snowboard Academy” (1996) o “Demolition University” (1997).
Durante estos años arrastraba problemas de drogadicción y en 1997 reconoció publicamente estar en bancarrota, su situación no fue a mejor tras el vano intento junto a su buen amigo Corey Feldman de recuperar su éxito de antaño haciendo bochornosas secuelas de los mismos, “Una chica de ensueño 2” (1995) y “Jóvenes ocultos 2: Los vampiros del surf” (2008). Sus últimas apariciones fueron en un reality canadiense llamado “The two Coreys” – junto, ¡como no podía ser de otro modo!, a Feldman – y en un pequeño papel en el film de acción “Crank: Alto voltaje” (2009), que protagonizó Jason Statham y cuya presencia no fue el suficiente reclamo para que en nuestro país se estrenara en cines.
Cuando solo tenía 38 años apareció muerto en su apartamento junto a cuatro frascos de medicamentos, su rostro entonces distaba mucho del que encandiló a las jovencitas cuando contaba 17 años, le sobraba bastante peso y consumía – como el mismo reconoció en 2004 – marihuana y otras drogas con frecuencia. Corey Haim se había convertido después de estos acontecimientos en el último juguete roto de Hollywood de una larga, larga lista.
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