Javier Bardem está en un lugar estratosférico desde donde debe dar vértigo mirar hacia abajo, es considerado por los mejores cineastas del planeta y se permite el lujo de rechazar ofertas tan tentadoras de trabajo en films de Steven Spielberg ("Minority report"), Francis Ford Coppola ("Tetro"), Oliver Stone ("Wall Street 2") o Rob Marshall ("Nine", cuyo papel inmediatamente aceptó Daniel Day Lewis, un actor al que Bardem idolatra).
Bardem pasó de trabajar con los mejores cineastas nacionales (Bigas Luna, Almodóvar, Amenábar, Fernando León de Aranoa o Mariano Barroso), a codearse en pocos años con cineastas de prestigio internacional (Julian Schnabel, Michael Mann, Milos Forman, Woody Allen o los Hermanos Coen). Después de un año sabático ha regresado con ganas participando en "Biutiful", rodada en Barcelona por el mexicano Alejandro González Iñárritu, y "Eat, pray, love", el segundo film de Ryan Murphy - creador de series que como "Nip/Tuck" o "Glee" no dejan indiferente a nadie - que cuenta con Julia Roberts como absoluta protagonista y con un plantel de secundarios masculinos que van cruzando por medio de su historia de autoconocimiento (James Franco, Billy Crudup o Richard Jenkins son los otros).
Pero no termina esta racha aquí porque se acaba de anunciar el nuevo proyecto de Terrence Malick - el perfeccionista director que en 35 años tan sólo ha conseguido completar 4 films - y en él estará Bardem como protagonista junto a Christian Bale, Rachel McAdams y Olga Kurylenko. De el argumento tan sólo se sabe que será un drama romántico ambientado en el sur de Estados Unidos, pero sorprende que Malick haya iniciado con tanta rapidez un nuevo proyecto, teniendo en cuenta que el anterior "The tree of life", con Brad Pitt y Sean Penn como protagonistas, ni siquiera aún se ha estrenado. En cualquier caso se trata de una excelente noticia y de un ejemplo más del ferreo criterio selectivo de Bardem y de el reconocimiento con el que cuenta a lo largo y ancho del planeta.
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