DENNIS HOPPER SE MUERE

Entre estas dos fotografías apenas han transcurrido 5 meses pero las diferencias saltan a la vista, el empeoramiento del estado de salud del veterano y polifacetico Dennis Hopper desde que en octubre del pasado año le fuera diagnosticado un cáncer de próstata es verdaderamente preocupante. A pesar de su delicado estado de salud, Hopper (73) - que recientemente se embarcó en la separación de su quinta mujer - apareció para aceptar públicamente la merecida y tardía estrella en el paseo de la fama, en un acto en el que le acompañaron amigos como Jack Nicholson, Viggo Mortensen y David Lynch. Esta valiente comparecencia ocurría días después de que su propio abogado reconociera que se encuentra en la fase terminal de su enfermedad.

Ver su rostro cadaverico en el Kodak Theatre nos heló la sangre a todos, ¿qué queda ya en ese maltrecho cuerpo de apenas 50 kg de toda aquella rebeldía e inconformismo?. Probablemente nada, pero un legado de 55 años no lo tiene cualquiera, y más cuando esta larga carrera se inició con dos films junto a James Dean, "Rebelde sin causa" (1955) y "Gigante" (1956), para una decada después estar en films tan icónicos como "La leyenda del indomable" (1967), "Cometieron dos errores" (1968) y "Valor de ley" (1969). Con dos ex-compañeros de la factoría Corman, Peter Fonda y Jack Nicholson, firma un film generacional "Easy rider", que le lanzará a la fama y que le supondrá la primera de sus dos nominaciones al Oscar, en esta ocasión como guionista. Sin embargo sus problemas con el alcohol y las drogas le tienen reservada una buena temporadita en el infierno.

Después de unos años retirado forzosamente del cine volverá por la puerta grande con "El amigo americano" (1977) y "Apocalypse now" (1979). En 1981 rodará en Italia "Renacer" a las órdenes de nuestro Bigas Luna. La primera mitad de la década de los 80 vivirá un nuevo destierro - llega incluso a participar en la lamentable secuela de "La matanza de Texas" - del que le sacará en esta ocasión David Lynch que le ofrecerá uno de los papeles más impactantes de su carrera en "Terciopelo azul" (1986). Ese mismo año obtendría su segunda nominación a los Oscar, la primera y única en categoría de actor secundario por "Hoosiers, más que ídolos" (1986), un drama deportivo protagonizado por Gene Hackman.

La década de los 90 fue probablemente la más prolífica, en ella puede encontrarse films de todos los pelajes: uno de sus escasos y mejores papeles protagonistas, "Paris Trout" (1991), muchos malvados, "Punto de ebullición" (1993), "Super Mario Bros" (1993), "Speed" (1994) o "Waterworld" (1995), algún film de culto, "Red Rock West" (1993) y "Amor a quemarropa" (1993) - su cara a cara con Christopher Walken a pasado a los anales de la historia del cine - , y por último mucha serie B y muchos films indignos de contar con su presencia.

Sus últimos años no han sido especialmente afortunados, fue malo televisivo en la primera temporada de "24" (2002) y las últimas ocasiones que ha sido rescatado de la marginalidad ha sido gracias a George A. Romero, "La tierra de los muertos vivientes" (2005) e Isabel Coixet, "Elegy" (2008). Sus últimas apariciones las ha hecho en la teleserie inspirada en el film oscarizado "Crash", que después de los discretos resultados de sus dos temporadas se verá con toda seguridad cancelada debido al insalvable vacio que deja la falta de su la máxima estrella de su reparto.

Hopper es un robaescenas, un trabajador incansable, un actor por el que se puede hacer un esfuerzo por ver un film por malo que este fuera - aún recuerdo lo duro que fue tragarse la inclasificable "Riders on the storm" (1986) - que goza del cariño, la admiración y lo que es más difícil, el respeto de los aficionados al cine. Nunca se le reconoció en vida y seguramente en cuanto falte se le empezará a reconocer su contribución al séptimo arte. Para empezar el año que viene ya estoy imaginando un Oscar honorífico en su nombre que llegará, como en tantas ocasiones, jodidamente tarde.